viernes, 21 de octubre de 2022

LEWANDOWSKI Y UNAI SIMÓN

Estos dos personas tienen dos cosas en común, que son ambas futbolistas y que crean grandes peligros en las áreas de penalty. En el caso del delantero centro polaco la cosa está en orden porque esa es su misión, pero no tanto es así en el caso de Simón ya que juega de portero y los peligros los crea por su actuación cuando maneja los pies para mover el balón. 

Cuando de niños jugábamos a futbol en el patio de la escuela y echábamos a pies para elegir los jugadores de cada equipo era una costumbre inveterada el que los que eran torpes en el manejo del balón, esos estaban condenados a quedarse de porteros sin querían jugar, de modo que trasladando aquella lejana situación a nuestros días tengo la sensación que de haber nacido Simón en aquella época - porque ahora no se como se las apañan los chavales para hacer los equipos - no habría tenido otra opción que la de jugar de portero. 

Buen portero bajo los palos, pero cuando hay que jugar como un defensa pasando el balón a un compañero de su zona tal como se ha impuesto en el fútbol de nuestros días, es como para temblar ya que lo hace de horror creando peligros sin cuento. 

Y lo curioso es que el problema no tiene solución porque por mucho que los entrenadores se empeñen en enseñarle a manejar el balón con los pies decentemente, "lo que Dios no da, Salamanca no presta". Por si fuera poco lo de su torpeza resulta que esas jugadas las hace con una suficiencia y una indiferencia que hielan la sangre de los asustados hinchas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario