Menudo carrerón llevan los cerebros pensantes teutones. Están quemando consejeros delegados como quien se come helados de tutti - frutti ante la calamitosa marcha que llevan sus cuentas de resultados. Visto que poner a los ejecutivos en la parrilla como a San Lorenzo no da el resultado apetecido, encuentran como idea fuerza cara a su nuevo plan estratégico el convertirse en una empresa de síntesis, cuestión que no es otra cosa que dada la cantidad y calidad de la empresas auxiliares existente en este mundillo, externalizar (que se dice ahora) una buena parte de los elementos que fabrican ahora en sus instalaciones, reservándose para si las partes vitales de su producto, cuales son las palas, los proyectos, marketing y el software de su funcionamiento. Es por ello que ante la urgencia de las acciones a emprender para limitar cuanto menos la hemorragia de sus resultados de explotación negativos, venderán en España 8 de las plantas de fabricación de elementos conque ahora cuentan, lo que supondrá que 1.200 puestos de trabajo quedarán fuera de su responsabilidad.
Así las cosas, la realidad les ha hecho caer en el modelo de empresa que el sector de automoción viene desarrollando desde la noche de los tiempos que no es otra que reservarse el diseño, el marketing y la fabricación de motores, cajas de cambio y ensamblaje del vehículo, encargando a empresas auxiliares hasta el 70% del coste de fabricación de los vehículos que ponen en el mercado, de modo que si la demanda disminuye bajan sus compras en el exterior, o lo que es lo mismo, juegan a variables y no a fijos, cosa en la que SIEMENS no parece haber caido hasta ahora pese a la madurez de la industria auxiliar a la que ahora recurrirá.
Esa demora en la toma de esa decisión ¿habrá sido por la rigidez que desde siempre se achaca a las mentes alemanas o a que no han tenido más luces y la respuesta es, como dicen los italianos, "chi lo sa".
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