O sea, "si lo se no vengo" se estará diciendo desde hace unas fechas el flamante presidente del Partido Popular. Qué distinta discurría la vida en su Galicia natal. 12 años en el poder sin tan siquiera despeinarse, con una prensa -interesadamente - rendida a sus pies y con una red clientelar con un poso de años.
La enésima espantada acerca de la renovación del CSPJ esta vez no le va a resultar gratis total al Sr. Núñez Feijoó ya que con esa actitud se ha podido constatar que una cosa es estar en el poder y otra es ejercerlo y esto no lo ha hecho porque los que de verdad tienen el poder, aunque no están en el, no le han dejado.
Tocado y hundido habría que decir como cuando jugábamos a barquitos en un papel cuadriculado. Hundido porque ha demostrado que pinta menos que el pinche del Divino Dalí. Me gustaría - masoquista que es uno - ver la cara que habrá puesto su antecesor en el cargo, el estudiante más brillante que haya pasado por las aulas de esta España (a Dios gracia) irrepetible, cuando la andanada de los interesados en que la cosa siga igual que siempre, ha impactado en la Santa Bárbara del galleguiño.
A lo dicho, el día que Núñez Feijoó tomó la decisión de abandonar la bucólica Galicia por esa salvaje selva madrileña es una cuestión que nunca olvidará. De ahí su lamento de "si sei que non veño".
No hay comentarios:
Publicar un comentario