MONSIEUR MONTESQUIEU
Siendo
la democracia, no el mejor, sino el menos malos de los sistemas
políticos conocidos, si resulta que además es sustituido sobre la
marcha por el actual régimen que no es otro que la partitocracia, apaga y
vámonos. A los partidos políticos lo único que les interesa por encima
del bien común es mantenerse en el poder para instalados en él campar
por sus respetos.El sistema que emplean es sibilino ya que todos
aquellos estamentos que si fueran independientes podrían poner coto a
los desmanes de esta clase política, son copados por una cuota
representativa de miembros afines a los citados partidos hasta el punto
de que ante un determinado hecho se puede predecir el resultado de una
sentencia en función de las afinidaddes políticas de sus miembros. Así
los Tribunales de todo tipo emitirán sentencias no tanto en función de
los hechos en sí, sino de los intereses partidistas a los que sirven.
Ante la ola de escándalos que se están sucediendo en los últimos
tiempos,a los partidos - sin duda en plan defensivo y solo hasta que
escampe,- se les llena la boca hablando de la necesidad de una
recuperación del prestigio de las entidades, de una, en definitiva,
"Regeneración democrática". Un vez más se equivocan de blanco intentando
quedarse con el personal. La democrácia no necesita otra cosa que
políticos que la administren correctamente, son Uds. los que deben
regenerarse abandonado las prácticas espúreas que forman parte ya de su
quehacer cotidiano.
Y además sin tanto cuento, sin tanta palabra hueca a las que nos tienen
tan acostumbrados, lo tienen facil. Entren en su buscador pidan la
palabra Montesquieu, que incluso a los más cultos entre su clase les
pueda sonar y pongan en práctica lo que este monsieur preconizó hace ya
unos 270 años. "Para que nadie pueda abusar del poder es necesario
conseguir, mediante la adecuada ordenación de las cosas, que el poder
frene al poder". Dicho de otra manera restauren la independencia, la
separación de poderes mediante los cuales se garanticen los derechos
ciudadanos ya que de otra forma donde no estén no existirá una
Constitución de hecho. Hablaremos de la de 1978 pero esa es papel
mojado. No sirve más que Uds. prometan o juren los cargos sobre ella.
R.Hidalgo Segurola
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