sábado, 2 de febrero de 2013

MONSIEUR MONTESQUIEU
Siendo la democracia, no el mejor, sino el menos malos de los sistemas políticos conocidos, si resulta que además es sustituido  sobre la marcha por el actual régimen que no es otro que la partitocracia, apaga y vámonos. A los partidos políticos lo único que les interesa por encima del bien común es mantenerse en el poder para instalados en él campar por sus respetos.El sistema que emplean es sibilino ya que todos aquellos estamentos que si fueran independientes podrían poner coto a los desmanes de esta clase política, son copados por una cuota representativa de miembros afines a los citados partidos hasta el punto de que ante un determinado hecho se puede predecir el resultado de una sentencia en función de las afinidaddes políticas de sus miembros. Así los Tribunales de todo tipo emitirán sentencias no tanto en función de los hechos en sí, sino de los intereses partidistas a los que sirven. Ante la ola de escándalos que se están sucediendo en los últimos tiempos,a los partidos - sin duda en plan defensivo y solo hasta que escampe,- se les llena la boca hablando de la necesidad  de una recuperación del prestigio  de las entidades, de una, en definitiva, "Regeneración democrática". Un vez más se equivocan de blanco intentando quedarse con el personal. La democrácia no necesita otra cosa que políticos que la administren correctamente, son Uds. los que deben regenerarse abandonado las prácticas espúreas que forman parte ya de su quehacer cotidiano.
Y además sin tanto cuento, sin tanta palabra hueca a las que nos tienen tan acostumbrados, lo tienen facil. Entren en su buscador pidan la palabra Montesquieu, que incluso a los más cultos entre su clase les pueda sonar y pongan en práctica lo que este monsieur preconizó hace ya unos 270 años. "Para que nadie pueda abusar del poder es necesario conseguir, mediante la adecuada ordenación de las cosas, que el poder frene al poder". Dicho de otra manera restauren la independencia, la separación de poderes mediante los cuales se garanticen los derechos ciudadanos ya que de otra forma donde no estén no existirá una Constitución de hecho. Hablaremos de la de 1978 pero esa es papel mojado. No sirve más que Uds. prometan o juren los cargos sobre ella.

R.Hidalgo Segurola

No hay comentarios:

Publicar un comentario