No pueden ser tan ignorantes como para confundir la salida de la recesión (que está por ver ) con el fin de la crisis económica que nos aqueja. Por tanto solo desde el cinismo más descarnado por parte de los miembros destacados del gobierno central se pueden hacer manifestaciones de que la crisis está superada, tópico que empieza ya a formar parte del paisaje cotidiano. Fin de la crisis le llaman, en un país con la tasa de paro que nos aqueja y de la que costará muchos años salir; con una deuda externa descomunal que sigue creciendo, que no podremos pagar y que por tanto habrá que renegociar y que nos está costando en concepto de intereses, 100 millones (cien ) de euros al día ; con unos crecimientos necesarios del PIB sostenidos para crear empleo de alrededor del 2%, de muy difícil consecución; con salarios y jubilaciones a la baja; con una reforma laboral cuyo objetivo fundamental era abaratar el despido ; con una morosidad bancaria récord; con un país hecho unos zorros en materia de investigación; con un tejido industrial diezmado; con la financiación bajo siete llaves ; con el precio de la energía eléctrica más cara de Europa; con un desierto en cuanto a planificación estratégica sobre política energética; con una clase política dirigente absolutamente desprestigiada por su corrupción e ineficacia; con una educación y sanidad en trance de privatización.; con un número creciente de personas sin recursos ¿Pero que dicen estos desvergonzados? Insisto, con todo ello. ¿Fin de la crisis?. ¿Para quien ?.Son necesarias unas dosis de cinismo fuera de escala para hacer semejantes aseveraciones, dichas además con una impostada sonrisa que hacen, como poco, más irritantes sus estúpidas declaraciones al respecto.
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