La cuestión de fondo es que el plan de negocio de FED no ha convencido al equipo rector del grupo y en consecuencia, en mi opinión con buen criterio, ha preferido no echar a un sumidero los 120 millones de euros que demandaba que hubiera representado pedir más sacrificios al resto del grupo, porque una cosa es ser solidario y otra muy distinta kamikazes dispuestos a inmolarse por su Emperador, que por otra parte, ya no se sabe muy bien quien es. No me gustaría estar en la piel de los dirigentes anteriores y actuales que han sumido a la mayor empresa del grupo en esta tesitura, porque estarán sin poder tragar saliva. Desde aquí mis mejores deseos para ellos con el mensaje de que no es la primera vez que FED se encuentra en graves dificultades y sale viva de ellas y que por aquello del yin- yang a lo mejor de esta encuentran el rumbo correcto. Con los mejores deseos desde un ex-cooperativista, beti aurrera.
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