Como resultado de las últimas elecciones celebradas en Alemania el partido social demócrata SPD ha salido reforzado de las mismas como demuestra el hecho de que en el reparto de carteras tengan el mayor número de ellas, carteras además que son las de mayor peso específico. Así, todo parece indicar, de hecho ya se está dando, que se producirá una dualidad de responsabilidades, ya que merced a ese reparto, SPD gobernará puertas adentro en Alemania en tanto que el CDU, Unión Democrática Cristiana, liderado por la canciller Frau Merkel lo hará en Europa, lo que dará lugar a situaciones curiosas. Efectivamente la Frau, paladín de los recortes, luminoso faro de la austeridad a ultranza por encima de cualquier otra consideración, aprovechando que los políticos de raza como ella, no llevan ni tirantes ni cinturón para poder ponerse en posición en el menor tiempo posible, empieza a escribir - para Alemania y al dictado del SPD - cosas como bajar a los 63 años la edad de jubilación, incrementar el salario mínimo, en tanto que sus colegas están negociando con los sindicatos la posibilidad de reducir la semana laboral en Alemania a 4 días. La paradoja, pues, está servida. La Frau, está claro, al igual que Groucho se sube al "si no le gustan mis principios tengo otros". Mientras que puertas adentro los alemanes dicen y hacen unas cosas, en el resto de Europa dicen y hacen otras muy distintas. En Canarias, que tienen un rico vocabulario propio, a esa forma de hacer le llaman "mucho lirili y poco lerele", expresión que traducida a bote pronto viene a significar que mucha espuma y poca substancia. Con estas cosas y otras, a la voz de ! viva la congruencia !, se va escribiendo la historia.
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