Que el desarrollo de los acontecimientos que comenzaron con la traída a España en un acto de buenismo de los dos misioneros afectados de ébola, se ha convertido en una auténtica crisis es algo que ya nadie pone en duda....salvo como siempre, los dirigentes políticos que tienen la obligación de gestionarla.
Pero cuando se ha adoptado un modelo de gestión basado en la resistencia pasiva, en dejar que el tiempo lo solucione todo sin tomar ninguna acción activa, las cosas van como van. "El resiste Luis", con el que aconsejaba el Presidente del Gobierno a su ex tesorero Bárcena "que el que aguanta triunfa", se ha convertido en todo un modelo de gestión que no rebela otra cosa que una incapacidad y un cinismo que no parecen de este mundo.Con un Presidente normalito, la ministra de Sanidad y el impresentable consejero de la Comunidad madrileña tendrían estar ya en sus casas, de donde no deberían haber salido mas que a comprar el pan, pero eso sería tanto como confesar que la crisis existe y que se ha gestionado mal, ejercicio de auto crítica que no encaja en la filosofía del Sr. Rajoy. Al final van a tener razón los argentinos cuando manifiestan, en plan jocoso, que aquí se puede convertir en una auténtica tragedia "Todo está bajo control. Nada funciona".
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