LOS LOBBYS Y EL CONCIERTO ECONÓMICO VASCO

En los pasillos y aledaños del parlamento Europeo en Bruselas, pululan del orden de 30.000 lobbystas parte de los cuales formando 465 grupos de presión, son españoles (que se dice pronto) que están tratando de influir sobre los legisladores en favor de los intereses de las empresas que les pagan.
En otro orden de cosas, las Elecciones Generales en España del 20 D, es posible que den origen a unos pactos de gobierno que pueden hacer peligrar el futuro de nuestro Concierto en línea con lo que hizo Franco en el 1.937.
Lo verdaderamente paradójico es que debería corresponder al Estado la defensa a ultranza del contenido del Concierto (las razones para que así sea, que existen,  exceden del contenido de este escrito) pero ya se sabe que aquí con la excepción  - por lo menos de momento - de la ley de la gravedad, muchas funciones  están trastocadas, de modo que como segunda derivada debería ser nuestro Gobierno el que se debería encargarse de la defensa a ultranza del mismo, tanto dentro de España como en Bruselas, dando a conocer las características del mismo, en un intento de contrarrestar la demagogia barata con la que se presenta en España, empeño difícil por otra parte dada la visceralidad, la ignorancia y los intereses espùrios con los que se trata. Pero también Bruselas debería ser - si no lo es ya - un teatro de operaciones de la actuación de un potente grupo de lobbystas vascos, que presentara y convenciera de la bondad del mismo para rematar el tema presionando para garantizar su mantenimiento. ¿Lo estamos haciendo ya ?. Si así lo es, chapeau, y si no lo es, como me temo, un par de collejas a los responsables de esa flagrante inacción y a ponerse a ello con un potente plan de acción a la voz de ya, porque hay mucho en juego.