El tratado sobre Comercio de Servicios, llamado TISA, según las siglas de su título en inglés y que se está negociando en fase de ante-proyecto con un secretismo absoluto entre veinte países, EEUU, Canadá, Australia, los principales europeos y otros, trata de que los Estados pierdan su soberanía en materia energética en beneficio de las multinacionales de ese sector, que vistiendo una capa de blanco armiño, se presentan como salvadores "especialistas".
Este propósito es claro que se enmarca dentro de esa corriente que se va extendiendo por el mundo que no es otra que vaciar de competencias a los Estados en beneficio de los poderosas multinacionales, desmantelando las obligaciones ambientales que frenan sus apetencias económicas, argumentando que esas leyes frenan, dificultan el desarrollo de los recursos mineros y energéticos. ¿Y porqué los políticos se prestan a este indecente juego ?. Pues por acatamiento a los deseos de sus amos que no son otros que las citadas multinacionales, que anteponiendo su beneficio sobre cualquier otra consideración, no tienen ningún empacho en actuar con el Planeta, como si fuera de su exclusiva propiedad. Ese cinismo de los dirigentes políticos - en su total significado que no es otro que el de inmorales, obscenos y sinvergüenzas -, es el que les permite jugar con cartas marcadas, haciendo ver a la opinión pública que están haciendo verdaderos esfuerzos en las reuniones que están manteniendo para ver de solucionar el problema del calentamiento global del Planeta y bajo cuerda están dando carta blanca a esa banda de depredadores para que campen por sus respetos. La cosa por sino estuviera ya lo suficientemente mala, tiene visos de ir a peor todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario