jueves, 24 de diciembre de 2015

EL VALOR DE LOS VOTOS

Aquellos polvos trajeron estos lodos. Me refiero al sistema que regula en la Constitución de 1.978 el número de Diputados al Congreso en función de los votos obtenidos por cada partido. El método elegido, el de D'Hont, fue una clara maniobra para propiciar la alternancia entre los principales partidos de la derecha y la izquierda. El AP por aquel entonces y el PSOE, a la voz de hoy tu y mañana yo, hoy por mi y mañana por ti. Pero siempre así, sin otros invitados. Pero la irrupción de otras alternativas y las caídas de esos dos partidos mayoritarios en las últimas elecciones abre otras posibilidades de futuro, pero sigue poniendo de manifiesto una vez más el estrambote que produce el método citado. Obtener un escaño en el Congreso al PP le ha supuesto el voto de 58.700 ciudadanos, en tanto que al resto de los partidos, la feria les ha ido así. PSOE, 61.500 ; PODEMOS, 75.200 ; CIUDADANOS, 87.500 y a UP(IU), la friolera de 461.500 votos, ya que sus 923.000 votantes se han visto premiados con 2 diputados. De modo que el voto de un  ciudadano que vote al PP, vale casi 8 veces más que el que ha votado a UP. Esto no puede seguir siendo así en base a que no es justo, y ahora, con la aparición en el horizonte político de otros dos partidos potentes y el declive constante del PSOE, que ha cosechado en estas elecciones el peor resultado desde el 1.978, parece que se dan las condiciones propicias para intentar acabar con ese sistema bicéfalo de alternancia en el poder político del Estado.

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