EL ARCA PERDIDA DE LA URBANIDAD

Es posible que exagere, aunque no mucho, cuando manifiesto que nos estamos asilvestrando porque las normas de urbanidad, que se decía antes, y que hacen más agradable la convivencia, las vamos olvidando a marchas forzadas hasta el punto de que cuando alguien las practica llama poderosamente la atención. Expresiones que deberían ser de uso corriente como hola, por favor, gracias, buenos días, usted primero, etc., están empezando a ser como una especie a punto de extinguirse en aras no se sabe muy bien de qué, aunque es de sospechar que lo adusto, lo directo, hasta lo cutre si se me permite, se están enseñoreando en nuestra relación con nuestros semejantes. He visto un cartel que se exponía en una cafetería que marcaba con humor esta situación, haciendo una especie de concurso pro los buenos modales, y que decía : Si Ud. pide un café, así sin más, el precio es de 2,80 euros. Si lo pide por favor, son 1,40 euros y si rizando el rizo entra en el bar y dice, buenos días. Póngame por favor un café cuando pueda, el precio es de 0,80 euros. Premiar al bolsillo con esta humorística fórmula ¿será una de las maneras de recuperar el uso de las buenas costumbres?. Otra fórmula, tampoco a echar en saco roto, es que padres y educadores, además de practicar con el ejemplo, hagan labor docente con esta cuestión.