sábado, 25 de enero de 2020

HOUSTON, HOUSTON, TENEMOS....

De la misma forma que en la nave de la misión Apolo XIII tuvieron un grave problema que estuvo a punto de acabar con la vida de sus tres tripulantes, de ahí lo de su petición de auxilio con la expresión, "Houston, Houston tenemos un problema", que se ha hecho famosa, aquí en Euskadi sin llegar a esos niveles de dramatismo, tenemos también con el tema de las pensiones un problema al que cada uno según su apreciación le pondrá el calificativo que le parezca y que parodiando al problema del Apolo bien podría hacernos exclamar "Kontuz, kontuz, arazo bat dugu" que más o menos viene a significar lo mismo que la petición de auxilio del Apolo XIII.
Verán, este tema de las pensiones es una de las transferencias que tiene pendiente de traspasar el Gobierno central de turno desde hace ya 20 años aprox. de acuerdo con el Estatuto de Autonomía del País Vasco. Pero en ese periodo de tiempo la Tierra y los acontecimientos sucedidos sobre ella han dado muchas vueltas, hasta el punto que este tema se ha convertido en un problema de primer grado para España y también para nosotros los ciudadanos del País Vasco en el que como consecuencia de las altas pensiones que tenemos, la elevada edad de los jubilados y los pocos cotizantes existentes tenemos un déficit estructural de 4.000 millones de € anuales en este capítulo, déficit que ahora se financia a través de la solidaridad del resto de las autonomías españolas. 
Vaya por delante que estoy a favor de que las pensiones formen parte de los presupuestos del Estado y no como ahora que se nutren principalmente de las cotizaciones de los trabajadores, pero también soy partidario de otras cosas que me pide el cuerpo y sin embargo la dura realidad no me permite alcanzarlas. 
Las Haciendas vascas están recaudando del orden de 15.000 millones de euros al año y de ahí, en caso de que realizara el traspaso de ese rublo, tendrían que salir los fondos necesarios para pagar las pensiones si el Gobierno Vasco optara finalmente por incorporar a los presupuestos generales esa partida.
¿Y esto que tan bien suena, como aguanta la prueba del nueve(1) de los números que se derivan de esa filosofía de actuación ?. 
Pues las cuentas son muy fáciles. Esos 4.000 millones de € tienen que salir de los 15.000 millones de ingresos y una de dos, o restamos esa cifra de los servicios que ahora tenemos (cosa hartamente difícil) o subimos los impuestos para dejar los servicios actuales tal cual, un 4.000 x 100 : 15.000 = 27% aprox. cuestión esta en las muchos pueden estar de acuerdo y otros tantos radicalmente en contra. De ahí el dilema. ¿Nos hacemos con la transferencia o como en el chiste " virgencita , virgencita, que me quede como estoy".

(1). La prueba del nueve era la comprobación que hacíamos para saber si una multiplicación realizada con lápiz, papel y a brazo, estaba bien hecha. Hoy tras el empleo masivo de las calculadoras que se utilizan hasta extremos increíbles, como por ejemplo recurrir a ella para sumar 12 + 15,  esto de la prueba del nueve ha dejado de formar parte del conocimiento matemático, pero no me resisto a explicar que era eso en un intento tanto de reverdecer laureles como de aportarles (a los que no les suene el asunto) un conocimiento - hoy - perfectamente inútil. 
Veamos un ejemplo, si multiplicamos 366 x 254 nos dará un resultado de 92.964. ¿Como hacíamos la prueba?. 
Sumábamos 3 + 6 + 6 = 15, y 1 + 5 = 6
        "            2 + 5 + 4 = 11, y 1 + 1 = 2
Ahora, 6 x 2 = 12, 1+2 = 3
Vamos con el resultado: 
9 + 2 + 9 + 6 + 4 = 30, 3 + 0 = 3
Coinciden los números en rojo, luego la multiplicación está bien. Hagan la prueba y den como resultado erróneo, por ejemplo, 91.964 y verán como no se obtiene la igualdad de los números finales que hemos obtenido como 3.




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