miércoles, 14 de diciembre de 2022

CON TIRANTES Y CINTURÓN


Dicen los chinos que "cuando el tiempo está de leche hasta las hormigas dan un litro". Los mexicanos que son muy suyos lo han traducido de manera menos directa diciendo que "cuando da, ni aunque te quites y cuando no da, ni aunque te pongas". Puesto así el toro en suerte de matar, voy a ello.

ULMA y de su más que probable salida de la Corporación Mondragón, porque de eso se trata, con el paso del tiempo se ha ido convirtiendo en un grupo empresarial compuesto por 9 cooperativas, ella incluida, que realizan actividades distintas de tal suerte que cada una de ellas es de hecho "una unidad de negocio" formando un auténtico grupo en toda la extensión de la palabra, si bien, tal como recogen sus estatutos, todas ellas tienen autonomía de decisión cara a votar su pertinencia a la Corporación Mondragón.

Primero de todo que hace falta una fértil imaginación para vislumbrar como sería la convivencia en ese grupo si unas cooperativas dijeran si y otras no a la salida de la Corporación, aunque los citados estatutos ya habían pensado en esa posibilidad cuando fueron aprobados hasta el punto que dicen que si "una cooperativa acordara seguir en la Corporación deberá realizar otra asamblea para elevar a definitiva su decisión o por el contrario cambiarla".

Supongo que la oculta intención de los gestores de esa idea habrian quedado más satisfechos si la redacción de los estatutos en ese punto hubiera sido de un tenor parecido a, "si el resultado de la votación para la permanencia o salida de la Corporación fuera negativo, se celebrarán tantas asambleas cuanto sean necesarias hasta que el resultado sea el de salida".

Probablemente aguantaron el genio y de ahí que tal deseo no se convirtiera en letra impresa. Pero por ganas....

 


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