sábado, 10 de febrero de 2024

OSAKIDETZA SE DESINFLA (1)

El Deustobarómetro es un servicio de la Universidad de Deusto en el que analiza a través de encuestas las cuestiones que preocupan a los vascos y en la de junio del pasado año el  mal servicio que está prestando Osakidetza ocupaba el segundo lugar tras el coste de la vida. Las encuestas que realiza la UD son fiables, de ahí que esa clasificación sea fiel reflejo de lo que piensan los vascos sobre nuestro servicio de sanidad pública.
Más todavía. En línea coherente con esa preocupación que no encierra otra cosa que la insatisfacción por los servicios que presta Osakidetza, resulta que por primera vez en los últimos 10 años la calificación que merece a los ciudadanos no llega ni al aprobado puesto que se queda en un 4,8 como nota.
La carrera que ha llevado ese organismo en los últimos 4 años denota la inestabilidad del mismo ya que el que fue Consejero de Salud, Sr. Darpón dimitió o le dimitieron - no se sabe - a raíz de que en unas oposiciones a Osakidetza, le pilló el carrito del helado por unas filtraciones - trufadas de amiguismo, enchufismo y cuantas cosas mas se le ocurran acabadas en "ismo", que no me extrañaría nada que no fuera la primera vez que eso ocurría. Darpón, dicho sea entre paréntesis, a su salida de la consejería recaĺó en una empresa, en un grupo sanitario que anteriormente se llamaba Sanitas Internacional, donde se encontró con un antecesor suyo en la Consejería de Sanidad del Gobierno Vasco, con dos ex vice Consejeras y una también ex  directora de Calidad, de modo que bien puede decirse que se encontró como en casa. Sin duda, el mayor accionista de esa empresa - vasco él - estaría en conocimiento de la valía de esos profesionales, porque no quiero pensar que existieran otras razones.
Tras la desaparición de Darpón del organigrama de Osakidetza le sucedió en el puesto Nekane Murga a la que la pandemia del Covid la zarandeó como si de un tsunami se tratara porque se la llevó por delante, pero no sin antes dejarnos una perla para la historia antes de la obligatoriedad del uso de las mascarillas cuando al ver y ser preguntada porqué Pedro Sánchez  llevaba mascarilla exclamó que "a lo mejor es porque tenía coronavirus".
Su paso por la Consejería de Sanidad duró lo que un suspiro ya que fue nombrada al cargo en marzo de 2.019 y fue sustituida - tras las elecciones autonómicas celebradas en julio de 2.020 - por Gotzone Sagardui que a la hora de escribir lo que están leyendo sigue en el cargo y me "luse"(que dicen los cubanos) que desaparecerá del puesto tras las próximas elecciones, con todo lo que está lloviendo sobre Osakidetza, por lo que será la persona que le sustituya la cuarta que ostentará el cargo de la cosa en el término de 5 años lo que da cabal idea de la inestabilidad de la Consejería, idea que viene avalada por aquello de que, "lo que funciona, como a la rosa, ni tocarlo".
Se irá Gotzone pero no sin dejarnos también unas perlas que no dejan de ser una declaración de intenciones de por donde van los tiros de la entidad que vela por nuestra salud. En un momento dado la Consejera se despachó diciendo que, "habrá que desplazarse con más frecuencia (expresión un tanto oscura). Que habrá consultas atendidas por servicios de enfermería. Que habrá consultas que permanecerán cerradas en época de vacaciones, para rematar de forma torera con un "que se podría recurrir durante esa circunstancia a consultas telemáticas". Fue tal el revuelo que se organizó acerca de estas manifestaciones que la Consejera "requirió su capa, fuese y no hubo nada".

(Continuará).


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