jueves, 15 de febrero de 2024

QUÉ ALEGRÍA, QUÉ ALBOROTO (2)

La enorme presión demográfica que soporta Tenerife está dando origen a una serie de problemas que hace tiempo se les ha ido de las manos a las autoridades de la isla. La falta de viviendas sociales, agravada por esa suicida huida hacia adelante como es la de atraer turistas a cualquier precio, está llevando a la isla a un callejón sin salida. Y para que eso haya sucedido y se siga en ello, han hecho falta la conjunción de dos características muy frecuentes entre los políticos locales cuales son la ineptitud y la corrupción, adobados ambas por un buena capa del capitalismo mas cutre.
La iniciativa privada en sanidad ha estado bloqueando a base de sobornos puros y duros la implantación de un hospital de la sanidad pública en una zona del sur de Tenerife con municipios costeros, alguno de ellos, eminentemente turísticos como son Arona, Adeje, Guía de Isora, Granadilla de Abona, San Miguel de Abona, San Isidro... que en verano alcanzan una población conjunta del orden de 250.000 habitantes. Cuando finalmente el hospital público se ha puesto en marcha bien se le puede tildar de hospitalillo. O sea, tarde y además mal.
Los habitantes enfermos de la citada zona que no tenían concertada una póliza con la sanidad privada ¿como resolvían la papeleta ?. Pues yendo al hospital del norte de la isla llamado La Candelaria situado a 95 km. de Guía de Isora a dos horas de autobús, de guagua, como le llaman aquí.
Decíamos en la entrega anterior que los políticos se relamían por haber atraído a 14 millones de turistas extranjeros el pasado año y eso ha ocurrido en una isla cuyos calamitosos parámetros económicos quedaron reflejados anteriormente. En una isla en la que la vivienda constituye un importante problema, a la clase política no se le ocurre otra cosa que bendecir la puesta en marcha de las viviendas vacacionales, las VV, que a cientos de miles compiten a diario en el mercado digital para los turistas que elijan para pernoctar esa modalidad. Los propietarios de esas viviendas han encontrado en ello un filón de oro. Naturalmente esas viviendas así clasificadas quedan fuera de mercado para los naturales de la isla que tienen que recurrir a vivir en pisos compartidos y lejos de su puesto de trabajo para obtener un precio más económico.
Qué alcance habrá alcanzado ese problema para que las autoridades políticas han llegado a decir que las "VV no son determinantes de los graves problemas de acceso a una vivienda, pero si un factor importante". Para que un político salga con esas tiene que caer piedra.
¿Y además de ir a vivir en un piso compartido situado en las quimbambas, que hacen los sufridos ciudadanos de Tenerife para resolver ese peliagudo problema ?. Pues construirse una casa ilegal en terrenos calificados como "suelo rústico de protección agraria" donde está prohibido construir. Con un par y es que la necesidad les lleva a ese dislate.
Esas construcciones que están proliferando en la isla lo están haciendo sin que las autoridades competentes en la materia muevan un dedo porque esa forma de hacer forma parte de la cultura de la isla desde hace ya mucho tiempo. Lo he contado en alguna entrega en este blog un día que me dio un arranque como el de ayer y hoy, pero como muestra la idiosincrasia de la Administración a este respecto la voy a repetir. Mi hijo Rafa tiene una casa de un planta con una terraza como tejado muy cerca de una playa del sur de la isla y en un momento dado tuvo la idea de levantar una altura más para hacer un estudio. Nos acercamos al Ayuntamiento de Arona, conectamos con un funcionario del área de Urbanismo, le expusimos la idea, nos miró fijamente, se tomo un tiempo para contestarnos y finalmente dijo exactamente, "pero, ¿Uds. quieren hacer la obra totalmente legal ?". El buen hombre no daba crédito a que aparecieran por allí dos pardillos con ese insólito propósito.
Para rematar estas reflexiones les haré  participe en la siguiente y última entrega de lo que entiendo es un ejemplo paradigmático de como se las gastan por estos lares a este respecto. (Estoy escribiendo desde Tenerife sur).

Agur y tal y sean buenos y temerosos de Dios.

 

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