jueves, 15 de febrero de 2024

QUÉ ALEGRÍA, QUE ALBOROTO.

Andan alborozados los políticos canarios así como los empresarios que se encuadran en el sector servicios porque el archipiélago recibió el pasado año 14 millones de guiris y un buen puñado de godos (como nos llaman por estos lares a los peninsulares). Ese espectacular registro ha hecho que el crecimiento del PIB (Producto Interior Bruto) canario en el 2.023 se haya puesto en la cabeza, con un 3,2 % contra el 2% que se ha dado en el conjunto de España.
Pero ese número de turistas hace que cada vez sea más difícil que el idioma castellano sirva para algo, porque si ese número de guiris se reparte a lo largo del año de manera regular quierese decir que en cada momento habrá pisado islas 1,2 millones de ellos, cifra que supone el 60% de la población autóctona. Esta mañana me he dado un paseo por la zona la playa en el Palm Mar,urbanización del sur de Tenerife perteneciente a el municipio de Arona y doy fe de que no he visto ni un godo. Lo que he visto ha sido un montón de belgas - porque esta zona está invadida de ellos - jugando a la petanca, ese violento deporte cuya dureza solo es comparable con la catalana sardana, en las 7 pistas que se han hecho junto al litoral.
Al alborozo que han experimentado políticos y empresarios del sector citado se han sumado el de los 14 millones de guiris que se han tostado al sol en las cajas de ahorro que son las playas. Pero no todo es alegría en la casa del pobre porque si bien Canarias ocupa el 8º lugar entre las autonomías en lo que al montante del PIB se refiere, en lo referente a la renta per capita ocupa el lugar más bajo del conjunto autonómico. ¿Y que lectura se puede obtener de esos datos?. Pues que si a los empresarios les ha ido bien a los ciudadanos no tanto o lo que es lo  mismo, el reparto de la riqueza- como corresponde a un capitalismo de libro - se ha efectuado de manera desigual.
Dejando el tema del respeto a la naturaleza (que ya es dejar), la despersonalización de lo autóctono y a la ética de políticos y empresarios (hablando en términos generales), porque eso daría lugar a todo un prolijo tratado, si nos fijamos en como están las cosas para el pueblo llano en Canarias tenemos que hacer referencia a que el índice de paro solo es más alto en Ceuta, Melilla, Extremadura y Andalucía así como el riesgo de pobreza en la que solo 4 comunidades están con mayor riesgo. De modo que, los políticos, a la hora de ponerse contentos con ese crecimiento del PIB se muestran ciegos - interesadamente habría que decir - ante esa realidad sangrante a la que se vienen a sumar cuestiones como la falta de una política agresiva en la construcción de viviendas sociales lo que está propiciando una subida brutal en el coste de alquiler de las mismas, lo que lleva a que las personas a compartir vivienda y no solo eso sino que tienen que encontrarla lejos de su puesto de trabajo, lo que supone emplear mucho tiempo en desplazamientos a lo que hay que sumar el coste de los mismos. Y por si eso fuera poco, ese ir y venir a las mismas horas para la entrada y salida de los trabajos hace que en esas horas puntas los atascos que se producen sean monumentales.
La suma de los escasos medios disponibles para hacer frente al alquiler de viviendas y no digamos de su adquisición está dando lugar a situaciones que a Kafka le parecerían hasta risueñas. Una de ellas es la normativa de las llamadas viviendas residenciales, las llamadas VV, viviendas vacacionales, que se han convertido en las islas en un auténtico problema para los que no son turistas o sea para los digamos aborígenes.

(Continuará).

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