LA FIABILIDAD DE LA CLASE POLÍTICA

 La diferencia que existe entre lo que prometen y lo que hacen, la utilización  de eufemismos como muletillas constantes, los errores de concepto y de cálculo, las mentiras de grano grueso, las sonrisas flojas que muestran de manera constante aun para anunciar las mayores desventuras, en los que incurren  los politicos que nos dirigen, los que nos han dirigidio y los que nos dirigirán - que tanto monta monta tanto - están acabando con la escasa credibilidad que tenían, en el supuesto de que tuvieran alguna. Sobre las promesas del partido actualmente en el poder y los hechos reales no merece la pena insistir porque se han citado hasta la saciedad (los impuestos, las lineas rojas, el rescate, las pensiones y un largo etc.por no citar sino unos pocos). Eufemismos del calibre que al fraude fiscal, que desemboca en una vergonzante amnistía casi se le acabe llamando "protección de los ingresos y patrimonio" y para paradigma de los graves errores de concepto, la Vice presidenta, tan mayor y leida  ella, se entere ahora  de las ventajas que suponen las economías de escala, anunciándolo además como si hubiera descubierto la transmutación del plomo en oro. La controvertida y desmoralizante amnistia fiscal  que el Ministro de Hacienda la presentó como una idea para hacer caja, ( como si el por encima del fuero estuviera el huevo),  por importe de 2.500 mill. de euros  y reconoce haberlo hecho por 50,  y la mentira clamorosa y grosera del citado Ministro que en la presentación en el Congreso de los presupuestos generales del Estado para 2.013 afirma rotundamente que el déficit previsto para el 2.012 del  6,30 % se cumplirá estrictamente, cuando anteriormente por escrito ya había  anunciado a las autoridades europeas que se elevará al 7,30 %, no hacen sino confirmar la grave sospecha de que para ser conducidos por políticos tan mediocres como los que a lo largo de la historia hemos tenido, algún tipo de grave pecado habremos  cometido como Sociedad para que lo estemos pagando como una especie de suplicio de Sisifo, en la que la piedra a subir son los políticos, que dicen - otro eufemismo -dirigirnos.


R.Hidalgo Segurola     30.10.2012