Un viejo lobo de mar, curtido por la navegación en
muchos mares, tenía la costumbre
de acceder al puente por la mañana, abrir una
caja donde guardaba sus documentos, consultar un papelito que desdoblaba, lo
leía, lo guardaba y así todos los días. El primer oficial, intrigado por la
maniobra, abrió un día la caja, consultó el papelito y leyó: babor izquierda,
estribor derecha.
La finura de conceptos que exhibe nuestro
Gobierno en el tratamiento de la crisis que nos azota me recuerda muy mucho a
la del veterano capitán. En mi opinión no hacen otra cosa que consultar
el apunte por las mañanas y leer: Contención del déficit público. Para la
cuestión del relanzamiento de la economía tienen otras ideas que no son otras
que esperar a que escampe antes en otros
paises con lo que obtendremos un incremento de las exportaciones, mayor
afluencia de turistas y con esas dos patas de banco la confianza del consumidor
se restablecerá con lo cual aumentará la demanda interna. Con esa tercera pata
piensan que la banqueta se sostendrá, es decir que bastará con eso para
relanzar la economía.
En
definitiva ahora se trata de ir dando, en el corto plazo, carnaza a los
mercados para que la fiera se calme y si eso hay que hacerlo comprometiendo el futuro
con recortes en educación y sanidad – por no citar más que los de mayor
trascendencia – pues se hace. El plan puede tener alguna fallas importantes y
es que el tiempo de recuperación sin la adopción de fórmulas activas puede
alargarse en exceso y seis millones de parados es algo que un país de nuestras
dimensiones no puede permitirse.
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