lunes, 4 de mayo de 2015

LOS SEGUROS

Si Uds. han tenido algún tipo de siniestro y lo han notificado a su compañía de seguros, les hará falta, como poco, una templanza y una paciencia como la que dicen que tenía aquel santo que se llamaba Job. Llevo tres meses de continuas llamadas para resolver un asunto cuyo importe reclamado es equivalente a la tercera parte del valor de las primas que tengo contratadas con mi compañía y ni por esas. Los que entienden este mundillo de los seguros me dicen que esas compañías "tienen su propio ritmo", que no es otro que el de dilatar la solución de los siniestros en un intento de abaratar sus costes, es decir en un intento de aburrirte y de que sea el cliente el que dejando a un lado la reclamación resuelva su problema por no convivir con el. Y estos expertos sufridores ponían el siguiente ejemplo. Si el seguro más barato de un automóvil cuesta 250 euros y la reparación más barata importa 300 euros. ¿Que clase de servicio esperas por parte de la entidad aseguradora ?. Bueno, así las cosas se me ocurre pensar que si una compañía, de seguros o de la actividad que fuere, se compromete a cubrir una serie de servicios que de antemano piensa no cubrir, la definición de esa actitud tiene un nombre tan feo que mejor no expresarlo para no herir la sensibilidad de los lectores. Aunque bien pensado, ¿porqué no me voy a dar el gusto de emplear la palabra estafa?

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