Confieso de entrada que siento por el que fue Ministro de Industria - en mala hora- con el Gobierno de Rajoy, una cierta debilidad por el indudable mérito que tiene, aun estando en España, haber llegado a Ministro de Industria con tan escaso bagaje intelectual. Un conocido solía decir para definir este tipo de personas que "tenía una ignorancia enciclopédica", refiriéndose a que todo lo que ignoraba no cabía en la Enciclopedia Británica. Este, este es mi niño. Ignorante que suplía su falta de conocimientos con unas dosis de engreimiento notables. Recuerden su aspecto de figura en cartón piedra, gesto de concentración y con mirada aparentemente escrutadora como si estuviera oteando algo que el resto de los mortales no llegaba ni siquiera a imaginar.
A las cosas que decía en las que su ignorancia quedaba patente, como el no distinguir Panamá de la Bahamas y el hasta el haberse dejado quemar en la hoguera antes que renunciar a su creencia - pese a ser canario - de que el meridiano de Greenwich pasaba por su archipiélago, hay que sumarle otra que tampoco tiene desperdicio y que es la siguiente :
En una rueda de prensa que concedió para hablar de las energías renovables, presumió de que varios países estaban estudiando el modelo que había ideado su departamento para recortar la retribución a las energías renovables para resolver (sic) el problema y ante la pregunta de una periodista pidiendo que indicara cuáles eran esos países, declaró que " no lo sé aún". No me digan que este personaje tan entrañable, no es merecedor de entrar con toda clase de méritos en el libro de los récords.
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