lunes, 12 de diciembre de 2016

EN EL PAÍS DE LA LIBERTÉ....

En francés a las habas les llaman fèves, por lo cual en lugar  de decir "en todas partes cuecen habas", tendrán un refrán que signifique lo mismo pero utilizando la palabra fèves. Pero si no lo tienen, ahora pueden aprovechar la ocasión para acuñarlo. Verán, la cosa trata de que la actual directora del Fondo Monetario Internacional, el famoso FMI, siendo Ministra de Economía del Gobierno  francés, allá por el año  2.007, parece ser que cometió una negligencia que dió pie a una presunta malversación de fondos públicos por valor de 403 millones de euros, tema que está pendiente de juicio. La Directora manifiesta ahora, reconociendo que hubo negligencia, que "fue una ofensa sin intención alguna", rematando la cosa con un, " creo que nos pasa a todos". Mujer, si bien es cierto que todos cometemos negligencias no creo que estén al alcance de "todos" cometerlas de esa espectacular dimensión. Ahora, contando por supuesto con el apoyo constante del organismo que dirige -faltaba plus -, se encuentra a las puertas de un juicio al que puede y digo puede y no que lo sea, condenada a la pavorosa pena de prisión de hasta una año (que suponiendo que la Ley penal funcione como en España no verá la cárcel ni desde fuera) y una multa también de hasta 15.000 euros.
Dentro del comezón que produce que este tipo de gente - me refiero a la gente poderosa - salga siempre de rositas por grave que sea la tropelía que cometa, algún consuelo encuentro viendo que hasta en la inventora de la Liberté, Egalité et Fraternité pasan cosas como estas, no tan diferentes a otras similares que sufrimos en esta vieja piel de toro.

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