GURE ESTILOA

Para los no iniciados en la lengua euskerika vaya por delante que el título de este comentario se puede traducir al castellano literalmente por "nuestro estilo". Dicho esto va lo siguiente.
Como posible consecuencia de la globalización resulta que que el "gure estiloa" de nuestro Athletic (de Bilbao, of course), se está igualando al del resto de los equipos de fútbol del país. Protestamos ya las decisiones arbitrales como todo perro pichín y eso antes no sucedía. El tema parece ser que preocupa a nuestro entrenador ya que como consecuencia de este tipo de acciones el equipo se ve privado de jugadores importantes castigados con la suspensión de partidos, pero tampoco estaría de más que aparte de mentalizar, de aleccionar a la muchachada en un intento de recuperar ese estilo tan nuestro, existiera - si no lo hubiera ya - un reglamento de régimen interno que sancionara económicamente este tipo de actuaciones, ya que si por ejemplo es castigado con un partido de suspensión el jugador mejor pagado de la plantilla, el perjuicio económico que ocasiona al Club, asciende a la importante cantidad de 200.000 € (1), aparte naturalmente de no poder contar deportivamente con él durante el tiempo citado. Una cosa es una tarjeta amarilla o roja como consecuencia de un lance propio del fútbol y otra cosa bien distinta es que lo sea por protestar una decisión del árbitro, protestas que por otra parte valen para poco o nada. De modo que una recuperación de nuestro estilo como consecuencia de una labor de convencimiento, sería bienvenida, pero reforzada con el rascar el bolsillo del jugador -como en tantos otros aspectos de la vida cotidiana -, ya sería como para quitarse la txapela.

(1). La cifra puede parecer exagerada, pero no lo crean. Verán. Si   
       a ese jugador le  pagan 5 millones de € al año, -libres de 
       impuestos- quiérese decir que al Club le supondrá un 
       coste doble, es decir 10 millones de € al año. Pero esos 5 
       millones son la ficha anual y aparte están las primas que 
       obtenga por objetivos, de modo que si ese jugador -empleado 
       del Club- juega al año 55 partidos, si dividen ordenadamente   
       10 millones mas las primas, entre 55, les dará la cifra citada,    
       que aunque pueda parecer desorbitada, no por eso deja de ser   
       menos cierta. Prefiero no traducir a las añoradas pesetas 
       los 200.000€ porque me daría un perrenque ver la escandalosa 
       cifra que nos cuesta una muestra de inmadurez y falta de 
       ética deportiva de un millonario prematuro como les calificaba 
       el irrepetible Bielsa.