ATADO Y BIEN ATADO.

¡ Españoles !, decía Arias Navarro el 20 de noviembre de 1.975, Franco ha muerto. Mentira. Franco sigue cabalgando, si bien reencarnado en sus sucesores y ganando la batalla del poder - como el cadáver del Cid Campeador atado a la silla de su caballo - ya que bien se preocupó de mantener en manos de los mismos el espíritu de una España que sus fieles seguidores definieron como "esa unidad de destino en lo universal", unidad que en el terreno de las proclamas jocosas a las que era tan aficionado el General, adoptó la definición política de "democracia orgánica". Ganaron la guerra y siguen cobrando jugosos dividendos por su victoria, manejando el país como si de su cortijo se tratara.
Para ello, eso sí, han vestido el muñeco en forma de democracia formal, dotándola de un Parlamento, un Senado, un sistema donde tienen cabida toda clase de ideologías - a condición de que no molesten demasiado -, elecciones libres, un Defensor del Pueblo y hasta una Constitución que los padres de la Patria acuñaron en 1.978. Hasta ahí llegan las aguas de la decoración de cartón piedra. Pero en la vida cotidiana, controlan, de la férrea mano del PP, todos los resortes del poder. Fiscalía, Judicatura, Tribunales, Banco de España, Prensa, Radio,Televisión, Cajas de Ahorro hasta su naufragio...de forma tal, que nada escapa a su control, lo que les permite manejar - mangonear mejor - el país a su antojo. Por si todo ese montaje fuera poco, resulta que tras el descalabro aparentemente irreversible del PSOE, la oposición real ha quedado reducida prácticamente a Podemos que se encuentra todavía en la edad del pantalón corto. Por otra pese a que están en minoría en el Parlamento lo chulean porque tienen la llave del BOE. El caso más flagrante de cuando decimos - corrupción aparte, que es un tema de traca - es el de el manejo que hacen del tema de la Fiscalía.
Según el  Artículo 124.1 de la Constitución española,    el Ministerio Fiscal, sin perjuicio de las funciones encomendadas a otros órganos, tiene por misión promover la acción de la justicia en defensa de la legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a petición de los interesados, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la satisfacción del interés social.
Se puede predecir, sin temor a equivocarse, que dime de quien dependes jerárquicamente y te diré qué harás. El Fiscal General del Estado ha sido nombrado por el partido más corrupto de la Historia de España que tiene además la capacidad para nombrar a los Fiscales Territoriales, por tanto las decisiones que tome el poder judicial carecen del margen de independencia necesario toda vez que no son mas que la voz de su amo.
Y eso es lo que está ocurriendo en este país donde estamos viendo a diario escandalosas sentencias, delitos prescritos, enchufismo, prevaricación, nepotismo, corrupción, puertas giratorias perfectamente engrasadas, indultos sorprendentes, el que nadie devuelva lo robado, el cachondeo en la cumplimentación de las penas de cárcel, los rescates de los fallidos negocios privados (Pozo Castor, autopistas radiales madrileñas, banca privada, túnel bajo los Pirineos, me temo que la no recuperación de las centrales hidroeléctricas cuyo plazo de concesión vaya cumpliéndose.....), privatizaciones de bienes del Estado...
En resumen, como quiera que el espíritu del General sigue vivo y coleando entre nosotros y no se vislumbra ningún partido político capaz de hacer frente a este estado de cosas,  ¡ socorro !.