sábado, 29 de abril de 2017

AQUÍ LLEGO, AQUÍ TE MATO


Cuando en el ADN de los dirigentes políticos de este país 

está impreso el concepto previsión, cosa por otra parte 

excepcional, la cosa puede funcionar y si así no fuera se 

recurre al viejo sistema de "aquí llego, aquí te mato", 

fórmula esta que se está empleando en la gestión de los 

residuos nucleares procedentes de las centrales nucleares 

que se vienen produciendo en España desde 1.969. Antes 

de conceder los permisos de instalación de las centrales, la 

Administración debería, de manera previsora, haber 

preguntado a sus propietarios ¿cómo y cuando  piensan 

Uds. tratar la basura nuclear?. Segunda pregunta ¿son Uds, 

conscientes de que los tres tipos de almacenes para las 

mismas, los que acojan a las de baja intensidad, y los 

provisionales y definitivos para los de alta intensidad, cuya 

peligrosidad para la salud está presente durante 10.000 

años, requieren cuantiosas inversiones y que el Estado, 

siguiendo la tradición de "que pague el que contamina", no 

pondrá ni un euro para financiar los mismos?. Pues bien, 

como en tantas otra ocasiones esas preguntas no se 

hicieron y ahora, todavía no existen almacenes para 

los residuos peligrosos y para mas inri, resulta que su 

importe aparecerá de manera camuflada en las facturas que 

abonaremos los ciudadanos a las compañías eléctricas. 

Pero como en el circo, más dificil todavía. El lumbreras del 

titular  actual de Industria, haciendo santo al anterior, a 

tenido una idea en la más pura tradición del "aquí llego, aquí 

te mato", que no es otra que prolongar la vida de las 

centrales 20 años, por encima de los 40 sesudamente 

concedidos inicialmente y así, añade, sin que por otra parte 

se le caiga la cara al suelo de vergüenza "con los impuestos 

que  recaudemos nos saldrán más baratos los almacenes". 

¿Es o no es gloriosa esta forma de proceder?. Pues es lo 

que tenemos, porque no hay más cera que la que  arde.

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