jueves, 6 de abril de 2017

EL CIERRE DE GAROÑA ¿UN SHOW?

Para llegar a la cúspide en la linea de mando de una empresa - y más si lo es de cierta entidad - hay que tener además de preparación, una cierta dosis de suerte, sentido de la oportunidad y sobre todo un código de actuación que se puede resumir, en andar con paso de buey, desarrollar un papel de actor cuando sea preciso, poniendo cara de bobo, para rematar la faena sacando a relucir los   colmillos de lobo.
Esto viene a cuento acerca de la aparente polémica que se traen los copropietarios de la central nuclear de Garoña, Iberdrola y Endesa.
La primera es partidaria de no reanudar la actividad aduciendo que no es rentable, en tanto que la segunda apuesta por su reapertura.
El montante de las inversiones de una central nuclear es muy importante, de modo que la tasa de amortización sumada a los intereses de los créditos asumidos para su financiación le dan un buen bocado a la cuenta de resultados de explotación. Pero una vez satisfechos ambos conceptos que coinciden con el período de vida inicialmente asignado a la central (en este caso 40 años), la actividad se convierte en un negocio francamente interesante bajo el punto de vista de su rentabilidad económica. Por eso sorprenden las manifestaciones del Presidente de Iberdrola, que por otra parte ha puesto cara de bobo al enviar un recado al Gobierno indicando -en su papel de enseñar los colmillos de lobo - que el parque nuclear español es un negocio ruinoso (lo que es una clara maniobra para pedir más subvenciones, mejor trato fiscal y sobre todo una muda petición para prolongar la vida útil del parque nuclear 20 años, lo que supondría un auténtico momio para sus propietarios, en su mayor parte las compañías antes citadas).
No es de buen estilo auto citarse porque supone una actitud de inmodestia, pero a veces hacerlo redunda en aportar claridad y eficacia a la línea argumental. A tal fin, para recordar que podría suponer a la propiedad de las centrales la prórroga de su actividad durante 20 años, les remito a los comentarios que efectué al respecto en este blog, con el título de GAROÑA FOR EVER de fecha 8 febrero 2.017.
Si finalmente, cuando ambas compañías dejen sus papeles de poli bueno, poli malo y acuerden con bombo y platillos que no abrirán la central, habrán sacrificado como en el ajedrez un peón, en aras a distraer al personal y crear un ambiente propicio para que la prolongación de la vida del resto de las centrales - que es de lo que se trata pese al rasgado de vestiduras del Presidente de Iberdrola - y así colar mejor su oculto deseo.



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