sábado, 7 de diciembre de 2019

LA EDAD Y LA RADICALIZACIÓN

Hay sentencias, expresiones que son más o menos afortunadas y que a uno le gustan o no en función de las características de cada cual. Existe una que a mi particularmente me llena y cabe la posibilidad de que sea porque estoy metido de lleno en ese estadio. La cosa dice "la edad libera y esta liberación nos hace más radicales". Una época larga de nuestra vida está presidida por una especie de freno que limita nuestra forma de pronunciarnos como consecuencia de una serie de factores. Exceso de prudencia, respeto a la opinión que pueden formar de uno, falta de seguridad en tus principios, temor a molestar a los demás con tus puntos de vista..... todo ello contribuye a que discurras por la vida sin nadie haya sido capaz de descubrir totalmente el velo que te ha servido para, digamos camuflar, tu verdadera personalidad aunque dejes rastros que pueden definirla con una cierta aproximación. Pero todas o al menos una buena parte de ellas, van desapareciendo con el paso del tiempo y entras en una fase en la que te sientes un tanto - no al cien por cien - liberado de esas "ataduras" y te muestras de manera más transparente, o lo que es lo mismo has entrado en la fase de "liberación" y si además de ello resulta que tienes un carácter directo, lineal, románico (y no barroco), pues entonces has irrumpido en el área de la "radicalización", relativa, pero eres más tu, claro está, en comparación con situaciones pasadas. Naturalmente esta reflexión no pasa de ser una teoría y ya se sabe, todas las teorías son más o menos buenas, pero solo los hechos empíricos que las avalen las hacen buenas.

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