sábado, 21 de diciembre de 2019

LOS PRESUPUESTOS PARTICIPATIVOS

Hasta hace unos 30 años en los ayuntamientos del mundo entero se venían efectuando las inversiones que iba demandando el municipio en función de los exclusivos criterios de los mandatarios de los mismos y en ese sentido, donde vivo parte del año, Durango, no suponía una excepción de esa regla imperante. Pero a partir del tiempo citado, una corriente creativa consistente en otorgar a la ciudadanía capacidad de decisión para definir la prioridad del tipo de parte de las inversiones a realizar en los municipios, se ha ido abriendo paso lentamente. La resistencia al cambio por un lado, condición muy arraigada por otra parte en los humanos, la falta de una cultura sobre el tema y porque no decirlo, las pocas ganas de ceder una parcela de poder por parte de los dirigentes de los ayuntamientos, ha hecho que la aplicación de esa manera democrática de proceder se haya ralentizado. A partir de las últimas elecciones municipales aquí en Durango, el nuevo equipo al mando del ayuntamiento, se ha subido al carro de esa corriente, de esa forma de hacer modernista, aperturista y democrática y ha puesto en marcha un programa de actuación que ha denominado “presupuestos participativos”. La denominación que ha elegido no es precisamente la adecuada ya que lo que ha hecho no es ceder a la ciudadanía la elección de sus prioridades de inversión, sino que ha definido según su exclusivo criterio, una serie de inversiones a efectuar para que la ciudadanía se pronuncie sobre ellas. Y eso no es, ni de lejos, lo mismo, pero dicho sea a favor de esa iniciativa, supone un paso previo hacia la implantación del sistema definitivo de los “presupuestos participativos”, cosa que es de reconocer y agradecer, porque el camino, que decía el poeta “se hace al andar” y más vale algo que nada y tarde que nunca. 
A "grosso modo", antes de cerrar el tema, hay que apuntar al respecto algunas precisiones, tales como :
  • 1). El Ayuntamiento no pondrá, ni este ni ninguno, porque esa no es la cosa, a disposición del sistema la totalidad del importe de las inversiones a efectuar, sino parte de las mismas.
  • 2). Todo este proceso de participación ciudadana ha de efectuarse a través de procedimientos que lleva un largo tiempo desarrollarlos.
  • 3). Una vez establecidos, personal designado por el Ayuntamiento deberá explicar en asambleas informativas zonales, tomando como base el manual de procedimientos, como se debe operar para definir las necesidades que aflorarán tras un análisis de las mismas.
  • 4). La cosa parece sencilla pero no lo es. Ni sencilla ni cómoda, ya que las personas que participen en la gestión, en la definición de esas prioridades, tendrán que arremangarse y dedicar parte de su tiempo a trabajar por el bien común, porque en definitiva de eso se trata. Y es que una vez más se cumple el dicho de “si lo quieres celeste, que te cueste”.

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