miércoles, 3 de enero de 2024

LA PARADOJA DE JEVONS

Recordemos antes de entrar en materia que paradoja es "un hecho o expresión aparentemente contrarios a la lógica". Ya el filósofo griego Epicuro de Samos, unos 300 años a.C se ocupó de este tema de las paradojas diciendo que "si existe una deidad omnipotente, omnisciente y omnibenevolente, entonces el mal no existe, es decir no habría maldad en el mundo". Y la hay, cabría añadir.

Pero a nuestros corderos que dicen los gabachos. O sea, vayamos a WILLIAN JEVONS. Este hombre fue un economista y filósofo inglés que nacido en 1.835 (o sea, 100 años antes que el que esto escribe y en el mismo día en el que felizmente me casé, 13 de agosto), adquirió fama mundial por utilizar el cálculo diferencial para tratar el valor, la utilidad de la oferta, la demanda y el intercambio de bienes y servicios. Fue autor de la paradoja que lleva su nombre haciendo referencia a lo que 150 años después empezaría a preocupar seriamente a la humanidad al manifestar lo que se convirtió en  una célebre paradoja que decía " los aumentos de la eficiencia hacen que aumente el consumo, por lo que la solución al problema medio ambiental (que ya existía por aquel entonces), es consumir menos".

Y volvamos a abusar de la memoria para recordar que "la eficiencia es lograr los resultados deseados con el mínimo posible de recursos". Sin duda la humanidad no habría evolucionado de no haber desde su origen siendo eficiente, pero ese es el meollo de la paradoja del inglés ya que la aplicación de esta eficiencia como medio de actuación nos ha llevado a un desmesurado aumento del consumo que ha desembocado en  una crisis medio ambiental sin precedentes. 

Y JEVONS ponía como ejemplo lo que ocurrió en la zona carbonífera en la que nació, Liverpool, que coincidió con el vertiginoso desarrollo del maquinismo debido a la utilización del vapor de agua como fuente de energía obtenida a través del carbón. Las máquinas que se fueron desarrollando lo fueron como consecuencia de la eficiencia, lo que a su vez dio origen a un espectacular incremento en la demanda del carbón, cumpliéndose así la paradoja de JEVONS, que se puede resumir en "a más eficiencia, más consumo y a más consumo más desastre medioambiental".

Trasladada esa experiencia a nuestro tiempo tenemos multitud de ejemplos. Macro granjas, desarrollo de la aviación comercial, parque de automóviles, red de carreteras para que circulen vehículos a motor, barcos que navegan en increíble número, centrales térmicas y nucleares, agricultura extensiva, turismo de masas, exponencial consumo de energía para mantener todas esas actividades en creciente desarrollo, todos ellos hijos de la eficiencia. En fin. A lo dicho Willian JEVONS fue un hombre con una gran visión sobre el futuro que nos aguardaba.

Moraleja. Consumamos poco porque pocos muchos hacen un gran mucho. Salud



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