DE DAR MIEDO

 La situación política mundial se está embarullando de tal forma que desde que los alemanes invadieron Polonia en 1.939 lo que dio origen a la II Guerra Mundial y se produjo la tensión por los misiles que la URSS instaló en Cuba en 1.983 y que estuvo a punto de que EEUU y la URSS llegaran a las manos, ni con la guerra de Vietnam se había llegado a la preocupante tensión que estamos actualmente viviendo.       

Suministrar primero y autorizar su uso ahora por parte de EEUU, de misiles de largo alcance que sin duda los ucranianos utilizarán para alcanzar objetivos en el interior de Rusia, ha puesto en el disparadero a los rusos que amenazan con utilizar en represalia armas nucleares y eso es una escalada irracional de la situación, que se viene a sumar a la de ese conflicto, a esa guerra que ambos países están librando desde hace ya 3 años. 

De momento esa novedad ha llevado a los gobiernos de los países nórdicos a ilustrar a sus ciudadanos ante el peligro de que ese gesto de Biden abra el primer paso a una III Guerra Mundial. Pero lo curioso es que la nueva situación en la zona  no ha producido en el resto del mundo reacción alguna, situación que sumada a la del genocidio que los sionistas están cometiendo en las zonas palestinas de Gaza y Cisjordania, sus intervenciones el Líbano, Siria, Yemen e Irak, con el doble objetivo de acabar con los palestinos y crear una nueva situación en el área favorable a sus intereses y a los de su mentor y patrocinador que no es otro que EEUU, no parece que susciten en el mundo preocupación alguna. Y esa intención la suscribe ese presidente saliente que mejor estaría recluido en un geriátrico que al lado de un teléfono de color rojo. 

Europa, como siempre permanece inane ante esos graves acontecimientos, China calla y a lo mejor observa complacida el desgaste de occidente a la espera de acontecimientos. En fin estamos ante lo que parece un potencial desastre de consecuencias más que predecibles y aquí - me refiero al resto del mundo - no se le altera el pulso.