En esencia el negocio de la actividad bancaria es mas sencillo que el mecanismo de un sonajero ya que se trata de pagar poco dinero a los ahorradores y cobrar más a los que se lo piden en forma de créditos. Como decía un aldeano jocosamente, " oye, le pagan un 2 por siento al ahorrador, cobran un 5 por siento al que se lo presta y con ese 3 por siento van tirando". Exagerando, aunque no mucho, resulta que el oficio de banquero se asemeja en grado de dificultad al de pescar sardinas en un barril, aunque los que llevan ese negocio se las dan de listos, de muy listos, mejor.
Además y así le ponían las carambolas a aquel Borbón felón que fue Fernado VII, (lo cual no constituyó una excepción en la saga) ya que cuando más alto está el interés básico del dinero, que es tipo de interés a partir del cual se determinan el resto de tipos de interés aplicados por el Banco de España en sus operaciones, más fácil se lo ponen. Previendo la circunstancia del alto valor del interés básico para el pasado año y en el que estamos, el Gobierno impuso un impuesto extraordinario - que quiere prorrogar para el próximo - para la banca, para minorar los escandalosos beneficios de la misma, lo que provocó airadas protestas del sector, protestas que fueron amplificadas - y de que manera - por todos aquellos que defendían la idea de había que dar entera libertad "a los mercados".
La previsión del Gobierno de que los beneficios de la banca, derivados del alto valor del interés básico- como decíamos más arriba - dio en el mismo centro de la diana ya que los beneficios de los seis grandes bancos españoles cuales son el Santander, BBVA, Caixa Bank, Sabadell, Bankinter y Unicaja en el primer semestre de este años han batido todos los recórds anteriormente establecidos al obtener unos beneficios de 15.287 millones de euros (después de todos los impuestos, incluidos los extraordinarios citados que se han elevado a 1.500 millones aprox.) lo que han supuesto un incremento del 28% sobre los habidos en 2.023.
Pues esos ríos de tinta que utilizaron la banca y sus adláteres para denostar ese impuesto aduciendo que iba contra la libertad del mercado y que causaría un enorme quebranto económico al sector, ya ven en que ha quedado. En que ha supuesto finalmente el 9 % de sus beneficios, que dicho sea de paso, el 40 % de ellos han salido de los créditos hipotecarios, es decir de aquellas personas que se han dirigido a los bancos a solicitar créditos para comprarse un piso, lo cual recuerda muy mucho a lo del proverbio árabe que dice, "siéntate en el umbral de la puerta de tu casa hasta que veas pasar frente a ella el cadáver de tu enemigo", porque en una actividad comercial, digamos normal, los clientes hay que salir a la calle a por ellos y la banca funciona como el árabe antes citado esperando plácidamente sentado a que sus clientes vayan a su casa a comprarles dinero.
Reflexionen acerca de lo del barril y las sardinas y denme la razón, si son tan amables. Salud
PS. Como diría el gran Forges, "adivinen en menos de 5 segundos cuales son los partidos políticos españoles que están en contra de aplicar ese impuesto especial a la banca (y a la industria energética).
Por otra parte el que tuvo la buena idea de parir la frase de, "si hay algo peor que atracar un banco, es fundarlo" merecía un premio, no se cual, pero uno.
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