LAS COSAS DEL FRACKING

El tratamiento que está haciendo la Unión Europea del tema del fracking no es sino un episodio mas de la larga cadena de desilusiones que esta Europa nuestra provoca. Ahora resulta que la entidad que en teoría debería velar por nuestra salud, la Agencia Europea Química, no sabe, no conoce las substancias químicas que  se están inyectando en el terreno en Europa en el proceso del fracking, productos que naturalmente se están importando de Estados Unidos en una muestra mas del dominio tecnológico de ese imperio. Aquí en España apelando cínicamente a ese socorrido mantra de la balanzas comercial y de pagos y de la dependencia energética, ocultamos  bajo siete llaves, el demoledor informe que realizó el Instituto Geológico y Minero el pasado año sobre los peligros que el citado sistema puede ocasionar sobre la contaminación de acuíferos, polución en el aire y riesgo de terremotos... y eso sin conocer al detalle las más que preocupantes características de los productos  químicos utilizados que poco a poco se van desvelando. Este Gobierno que nos ha tocado sufrir, apela por un lado a la dependencia energética del petroleo para justificar su postura  de permisividad absoluta ante el fracking y por otro se carga el desarrollo de las energías renovables. Patético. Su entreguismo a las petroleras es ya mas que manifiesto. Y por aquí, en el País Vasco, tampoco nos quedamos mancos ya que nuestra Consejera de Industria tilda de "borrador y no oficial" el informe del Instituto citado y nuestro lehendakari proclamó solemnemente hace dos años sobre este sistema, que aquí no habría ni "exploración ni explotación".  La Consejera debería saber de una vez por todas, porque ya van unas cuantas, que no está en un país de crédulos analfabetos y el Sr. Urkullu, también, que por la boca muere el pez, toda vez que pese a todos los pesares es tan seguro que al final habrá aquí explotaciones con esa técnicas, como que el sol sale todas las mañanas por levante.