lunes, 25 de julio de 2016

EL OBJETIVO DE LOS POLÍTICOS

Probablemente hubo un tiempo en que los políticos tenían como objetivo fundamental la consecución del bienestar social de los ciudadanos en general y digo probablemente porque en este mundo se puede estar seguro de muy pocas cosas, como lo demuestra, por ejemplo, el que cuando tenemos a la vista el Sol tangenteando el horizonte, resulta que hace ocho minutos que no está allí. Vamos, como para fiarse a pies juntillas de lo que creemos ver y sentir y de ahí el término probablemente.
Aun a riesgo de que me pase lo antedicho sobre el Sol lo que veo es que ahora prima para ellos la permanencia en el poder por encima de cualquier otra consideración, para servirse primero así mismos y luego, como vehículo para ello, a su partido, quedando los intereses del pueblo al que dicen representar más allá del horizonte.
Entre otras cosas, se está utilizando a la policía del Estado para investigar a miembros de partidos políticos contrarios, cuando no de los propios, en un intento que pueda poner en sus manos información que ponga en solfa la escasa credibilidad de esas personas, ya de por si menguada.
Se silencian, e incluso se niegan rechazando la evidencia, flagrantes casos de corrupción porque reconocer su existencia y no digamos combatirla, supondría dar munición a sus adversarios políticos, sobre todo en tiempos próximos a elecciones.Y a este indecente juego, perdiendo de vista lo que debiera ser su principal objetivo, no solo lo hacen quienes ostenta el poder en cada caso, sino incluso los que aspiran a hacerse con el.

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