martes, 21 de noviembre de 2017

LA CALIDAD DEL AIRE EN EUROPA (3)

Fue a finales del siglo XIX cuando coincidiendo con la aparición de los primeros automóviles la industria del petróleo comenzó a desarrollarse. Llevamos pues casi 125 años extrayendo petróleo en plan industrial y quemándolo en sus diversos derivados. Gasolina, keroseno, gasoil, fueloil.... utilizados como combustible en todo tipo de vehículos terrestres, aéreos y marítimos así como en industrias generadoras de electricidad, cementeras, industria pesada, etc. Ciertamente ha sido la energía que ha movido el mundo durante casi un siglo en la que se ha venido complementando con el carbón. 
En 1.922 Ford lanzó su modelo T producido en cadenas de montaje, lo que constituyó además de una novedad técnica que ha durado hasta nuestros días, la producción masiva de coches lo que supuso un buen empujón a la industria extractiva de petróleo. Su consumo a partir de esa forma de producir automóviles se hizo imparable y así en la década de los años 60, se consumió tanto petróleo como desde el inicio de su extracción, para gran regocijo de las 7 empresas que por aquel entonces en forma de cártel dominaban ese negocio. Las 7 Hermanas las llamaban. Luego el negocio se fue ampliando con la irrupción en el mercado de rusos, mexicanos, venezolanos, brasileños, árabes... pues había negocio para todos y más, dada la evolución permanentemente al alza de ese que se vino en llamar "oro negro".
Lo petroleros marcaban el paso de la economía y en 1.973 se produjo la llamada crisis del fin de la energía barata ya que el precio del barril de petróleo (159 litros) pasó de costar 2 dólares USA a 20. Tamaña subida causó un frenazo a las cuatro ruedas en la economía mundial. No acabo ahí la subida porque en el 1.981 se cotizó a 40 dolares y en el 2.006 se puso en 100 Dólares. La crisis del 2.007, con el parón de la economía moderó el precio y en la actualidad se encuentra en 60 dólares aprox.
Su papel se ha venido concentrando en el consumo que se produce en automoción en los tres renglones citados dentro de los cuales el automóvil con 1.200 millones de coches circulando por el mundo se lleva la palma, toda vez que el mix de producción de energía que se concentraba en el dúo carbón - petróleo, se ha visto alterado por la irrupción de la energía nuclear, la de las renovables y el gas natural.
Ese consumo de los derivados del petróleo, sostenido y creciente, nos está pasando ya hace tiempo factura como consecuencia de la emisiones a la atmósfera procedentes de los motores de vehículos, de, por citar las principales, NO2 (bióxido de nitrógeno, SO2 (bióxido de azufre) y las temibles partículas de materia, las PM 2,5 y las PM 10 de la que ya hemos hablado en las anteriores entregas. Hoy sin ir más lejos, Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Salamanca y Guadalajara registraban uno contenidos de NO2 mayores del máximo "permitido", que debe ser inferior a 200 micro gramos /m3. La PM 10, estaban fuera de esos máximos que hemos fijado en 50 micro gramos/m3, en 17 ciudades españolas. Estamos atrapados. Solo Madrid y Valladolid han publicitado esa situación adoptando medidas sobre la circulación de vehículos en tanto que el resto de los responsables de ese montón de ciudades ha hecho mutis por el foro. Están sin valor e ideas para hacer frente a esta situación alegando cínicamente que "no quieren causar alarma social", cuando en realidad lo que están haciendo es meter la cabeza debajo del ala, a la voz de que "problema que no se cuenta, problema que no existe". De esta manera además la ciudadanía no se les echa encima.




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