DIOS SALVE A LA REINA

Su Muy Graciosa Majestad Británica, Elisabeth II se ha convertido, si no lo era antes ya, en el paradigma de esta época de la sociedad que nos ha tocado vivir. Tiene esta buena señora a título personal una fortuna que un rotativo inglés, el SUNDAY TIME, la calculaba en 460 millones de euros, cantidad que va in crescendo porque sus avispados consejeros financieros harán trabajar ese dineral 24/24 horas. Pues bien, hete aquí que por aquello de que en contra de lo que cantaba Carlos Gardel, ocurre que"el músculo duerme, la ambición trabaja... ", y al igual que a una buena cantidad de personajes famosos y mucho - adinerados, la han pillado con alguna cuenta importante, claro, en uno de esos paraísos fiscales que están apareciendo como las setas en primavera. 
La inconmensurable ambición de todos estos personajes de relumbrón, no es fácil de entender, porque da la sensación de que no bastaría todo el dinero del mundo para satisfacer sus ansias de acumulación, pero como consuelo a esos desmanes podemos acogernos a una interpretación interesada del ying y yang,
en el sentido de que si uno quiere tener serios motivos para cabrearse con estos desmanes, pues aquí, con ellos, tenemos una oportunidad pintiparada. De todas formas, y ahora en serio, cada época, cada tiempo, tiene su afán y tendemos a pensar que en otras también se producían hechos de este corte que moverían a indignación, y ello es bien cierto, pero hoy, la concentración de poder económico no ha tenido parangón en la historia de la humanidad y si a eso se añade lo difusión que los potentes medios de comunicación, pues tenemos la tormenta perfecta.



NEGRO = MALO
BLANCO = BUENO
En lo malo siempre hay algo bueno y en lo bueno siempre hay algo malo