Ahora, a finales de agosto, se han cumplido 72 años de la muerte del torero Manolete en la plaza de Linares y si esa circunstancia hubiera sido recordada por los actuales mandatarios del PSOE que duda cabe que habrian acusado a Unidas Podemos de su autoría ya que a esos niveles ha llegado el cinismo de sus dirigentes, en otrora de ideología de izquierdas.
El aprender de los errores por el método de prueba y error ha sido, es y será un sistema que no ha encontrado sustitutivo para ir avanzando en la vida y los dirigentes de Unidas Podemos no son una excepción de esa regla y de su experiencia, de su prueba en los contactos que han mantenido con el PSOE para formar Gobierno, supongo que habrán tomado buena nota para no volver a tropezar con la misma piedra. Desde fuera, como quien contempla un paisaje y a toro pasado, lo que me ha quedado en la retina es que el PSOE nunca tuvo la intención de negociar con UP su participación en el Gobierno y que las escasas conversaciones habidas al respecto no tenían otra intención que la de vestir el muñeco de las mismas y la razón de esa postura es doble. Por un lado demonizaban a UP culpándola del "fracaso" de las mismas y por otro obedecían, se sometían fielmente a los que de verdad mandan en España y que no hace falta señalarlos por no repetir lo que es una clara evidencia.
Esa experiencia, bajo mi punto de vista, evidentemente sujeta a error, debería llevar a UP a la conclusión de que se vaya despidiendo de formar parte de un Gobierno español porque es algo que jamás, es decir nunca, permitirán las fuerzas fácticas de este país que sigue navegando por las procelosas aguas agitadas aún por la inercia de 40 años de dictadura y otros 40 de una pseudo democracia.
Y si se admiten esos condicionantes, entiendo que UP precisa de orientar su rumbo en distinta dirección que la seguida hasta ahora.
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