Existen varias clases de fatiga, la de guerra, la mecánica, el stress alglosajón, el surmenage francés, la meramente física y buscando entre ellas no encuentro la que a mi me aqueja, lo que me lleva a la conclusión de que en esta situación de cuarentena la que probablemente me está aquejando sea la originada por las actuaciones de la clase política con sus actuaciones insolidarias, quebrunjosas, delirantes y machaconas.
Así por ejemplo los nacionalistas del norte, a través de su representante en la Cámara de Diputados, apoyándose en un refrán que recita en castellano (horror) manifiesta que "si al hacer un camino quieres andar rápido, ve solo, pero si quieres llegar lejos ve acompañado" apelando a que el Gobierno central no les da bola para solucionar la pandemia. Pero olvida el portavoz que a cada refrán se puede aplicar la Ley de Newton que hace referencia a la acción y reacción y en este caso por partida doble, y así uno dice "más vale solo que mal acompañado" y otro de más peso por venir de donde viene ya que se atribuye a Napoleón que dice " si quiero que algo se haga nombro a un responsable y si quiero que no se realice, nombro un comité". ¿Se imaginad Uds. a los "expertos políticos" de 17 autonomías mas los dos de Ceuta y Melilla susurrándole ideas, sugerencias, prioridades, consejos... al responsable de llevar a buen puerto la crisis que nos aqueja?. Pues eso.
Pero no acaba ahí la cosa de los ¿bienintencionados? colaboradores políticos espontáneos ya que por ejemplo dos Presidentes autonómicos apuntan, piden al Gobierno, que considere su envidiable situación sanitaria en relación a los del resto de las Autonomías y que en consecuencia afloje el "pressing" en sus dominios.
Para rematar la fiesta aparecen los representates de la derecha. La en antaño relativamente moderada y la otra, la ultramontana y asilvestrada, tal para cual, y la primera manifiesta definiendo al Gobierno actual de filocomunista y bolivariano y que en consecuencia con ellos ni a heredar y los segundos que además de apelar al Ejército para solucionar de una vez por todas la pandemia, remata la faena con una media verónica apelando a un gobierno de concentración cuya presidencia estaría - a definir- entre Aznar, Felipe González y Rosa Diez, quedándose, como siempre, tan anchos.
No sería de justicia olvidar a la portavoz del Gobierno que tal que hoy anuncia que el 26 de abril seremos libres como pájaros y que tres o cuatro días después su Jefe anuncia que de eso nada, que piensa pedir otra prórroga a partir de esa fecha.
Vistos los antecedentes ¿creen que solo con lo citado, a lo que hay que añadir el lógico y necesario arresto domiciliario, es como para no estar harto? ¿o es que acaso me voy convirtiendo en un melindres?
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