miércoles, 1 de abril de 2020

¿NOS SALVAREMOS?

No me estoy refiriendo a sobrevivir a los ataques del famoso virus, que también, sino a las asechanzas de esos y esas dirigentes, hijos e hijas de señoras que se ganaban profesionalmente el pan con el sudor no precisamente de su frente, porque no me digan, por favor, que no es como para perder las formas ante los siguientes hechos :
- Las autoridades sanitarias de la Autonomía que en su día presidió el fugitivo Puigdemont, han tomado la decisión de dejar morir a los enfermos de corona virus en estado crítico ante la saturación de los servicios UCI. Pero al parecer esa autonomía no ha sido pionera en implantar esa medida, porque otras se le han adelantado.
- La Comunidad de Madrid, de la mano de ese fenómeno de la madre naturaleza llamado Ayuso, a puesto en marcha una cuestación para ayuda en la lucha contra el tantas veces citado virus, mediante la cual se han recaudado 8,5 millones de euros, en tanto que ha perdonado con sus medidas fiscales 1.000 millones al año a los ricos que tienen su domicilio fiscal en esa Autonomía.
Tan atractiva es esa laxa política, que el 70% de las personas que en España tienen más de 30 millones de euros, han establecido ahí sus reales bases tributarias, medida que según los que saben de estas cosas suponen un caso flagrante, aunque legal, de dumping fiscal.
- ¿Nos salvaremos también de esos cretinos que homenajean por haber hecho donaciones para ayudar en la lucha contra el corona virus, al señor más rico de España y uno de los mayores del mundo con un patrimonio estimado en 63.000 millones de euros (no, no me he equivocado, sesenta y tres mil millones) que recibe 813 millones anuales de dividendos y gracias a esos prodigios de la ingeniería financiera paga en concepto de impuestos sobre ellos, el 5%, cuando el resto de los mortales que tenemos 4 acciones pagamos el 22%, es decir el señor se ahorra legal, pero indecentemente 138 millones en este caso?.
No quiero gastar todos los cartuchos en un solo envío y concluyo con la pregunta del título de este escrito ¿nos salvaremos de tanta falta de sensibilidad, de las desfachateces como la de los y las (que no se diga), de las autoridades políticas de la Comunidad madrileña y de los cortos de criterios y entendederas como los que rinden pleitesía al personaje cuyo nombre no merece la pena nombrar?. 
No se que pensarán Uds. pero yo tengo grandes dudas al respecto.

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