Una
de las diferencias - y existen otras muchas, muchísimas más - entre las
ideologías de derechas e izquierdas, es que cuando gobierna la primera
en mayoría, el presidente del gobierno pone su huella o su firma en el
modelo de legislación laboral que le presenta la patronal española de
empresarios, la CEOE, en su particular visión de lo que es, de lo que
debe ser en su opinión mejor para sus intereses y la actualmente vigente,
es buena prueba de ello desde hace ya 9 años. En aquel entonces el PP
gozaba de una mayoría absoluta y aprovechando esa circunstancia, que los efectos de la crisis económica todavía se hacían notar y que los sindicatos no
atravesaban su mejor momento, la firma del documento que le puso a la
firma la patronal fue firmada por el señor M. Rajoy (¿les suena?) sin mover una
pestaña. No hubo ni la más mínima consulta con las fuerzas afectadas,
rompiendo así una regla que con mayor o menor éxito se venía siguiendo
hasta la fecha. Ahora que son las izquierdas quienes están en el poder y marcando diferencias en el hacer, son los empresarios y sindicatos los que junto al gobierno, se
sientan a negociar las modificaciones de la legislación actual que fue
impuesta por el método del, "no tendré razón, pero tengo todos los
cañones".
Pero mucho me temo que el viejo refrán de "por
la noche, gabarras y por la mañana, ni txintxorros" cobrará plena
vigencia, ya que desde que solemnemente el actual presidente del
gobierno proclamó repetidamente que se haría una derogación de la
legislación laboral vigente, cuando ha llegado la hora de la verdad - es
decir, por la mañana - la cosa se ha quedado en un "modernizar" la misma, de lo
que se deduce que se impondrá, dada la fortaleza de la patronal, la
corriente liberal sobre la que navega el PSOE desde los tiempos del
inefable Felipe (el Felipe de "capullo queremos un hijo tuyo") y
la escasa capacidad de convocatoria de los sindicatos en una sociedad
que perdió su sentimiento de clase cuando SEAT comenzó a fabricar el 600, se impondrá, decía, una
modificación descafeinada. Al tiempo.
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