Aun
partiendo de la base que la generalidad de los políticos manifiestan
cuando se trata de exponer una opinión lo que quieren oír sus
correligionarios, no estaría de más que por respeto al resto del público
mantuvieran un mínimo de pudor intelectual. No es precisamente lo que
ocurre en las manifestaciones que ha efectuado la Presidenta de la
Mancomunidad del Duranguesado acerca de la famosa casa ilegal que fue
construida hace ya la friolera de 50 años en la calle Montevideo, muchos
de ellos - casi todos- bajo el mandato de su partido político en la
alcaldía, cuestión que ahora en un acceso espectacular de amnesia
interesada olvida oportunamente. Y que decir de su diatriba a las
protecciones que se han colocado para evitar que cascotes desprendidos
de su fachada puedan herir a los peatones que circulen cerca de ella,
porque ¿se imaginan Uds. lo que habría manifestado de no haber estado
colocadas?. Una vez más la falta de rigor se hace clamorosa. Tengo por
otra parte la esperanza que el actual equipo de gestión mejore el
convenio que dio por bueno su partido - afortunadamente impugnado por la
oposición - con los propietarios del inmueble, que consistía
básicamente en que el Ayuntamiento debía comprar a los propietarios del
edificio el terreno donde está construido, el edificio mismo y además
abonar, no se si al equipo de demolición o los propietarios o a quién, la nada despreciable cantidad de 465.000 euros de bellón. Vive Dios que
fue un fallido convenio para enmarcar, difícilmente mejorable aunque los
beneficiarios hubieran sido afines a una determinada causa.
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