Buena
parte del verano se ha caracterizado por tener en Castro Urdiales un
agua potable de pésima calidad ya que si el sabor era malo, el olor no
le iba a la zaga porque apestaba a algún derivado del petróleo.
Interpelado el Ayuntamiento obtenemos la respuesta de manual, " qué
raro, es la primera noticia que tenemos", pese a que la noticia era un
clamor.
El 16 de setiembre la empresa que gestiona el
agua, subcontratada por el Ayto, emite un escueto comunicado en el que
manifiesta que "el agua que consumimos en Castro es apta para el
consumo", así sin más, sin hacer referencia alguna al sabor y olor, y el
comunicado, pensando quizá que se les había ido la mano del laconismo,
remite a la ciudadanía a una página web para obtener mayores
precisiones que para más inri, no existe en la red.
Antes de
redactar esta carta me acerque a la llamada a la llamada (sin razón)
"Oficina de atención al consumidor", oficina que tiene un margen de
mejora que raya el infinito, desde la que me remitieron al Ayto. para
que solicitara un impreso de reclamaciones, cuestión que no pienso hacer
porque ya soy lo suficientemente mayor como para que me sigan tomando
el pelo en maniobras dilatorias que no tienen otro objeto que colmar la
paciencia del personal. De modo que seguiremos comprando agua
embotellada.
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