Tras
la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán después de 20
años de ocupación, el Presidente norteamericano Binden ha manifestado su
firme decisión de no embarcar a su país en más aventuras del tipo de la
que acaba de abandonar. Por más que sus palabras suenan esperanzadoras,
los hechos en los que ese país se ha visto envuelto apuntan en otra
dirección.
Desde su fundación como
país, EEUU ha mantenido de manera permanente una impresionante
belicosidad, actitud que desde el final de la II Guerra Mundial en 1.945
ha ido "in crescendo" como lo demuestra el hecho que de los 248
conflictos armados que se han producido en el mundo desde esa fecha
hasta nuestros días, de ellos, EEUU ha participado en 211 operaciones
militares fuera de sus fronteras.
Esta
forma de entender su liderazgo mundial le ha llevado a mantener, que se dice
pronto, entre 700 y 1.000 bases militares en el mundo, cifra que
conlleva a que el 41% de todos los gastos militares que se producen en
el planeta les correspondan a ellos. Por citar tan solo un dato
económico relevante, baste decir conque su estancia en Afganistán les ha
supuesto un gasto de 2 billones de dólares.Pero si una cifra de esa entidad nos puede dejar un tanto fríos, otra cosa es cuando se traduce lo que supone al día y entonces esa cifra alcanza su verdadero significado ya que son equivalentes a un gasto de 274 millones de dólares ¡diarios !. ¿De verdad pensará Biden que toda
esta maquinaria bélica que el insaciable afán de dominio y de intereses
económicos de los señores de la guerra viene poniendo EEUU en marcha
desde su fundación la puede parar un político por muy presidente que
sea?.
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