Los acontecimientos que nos asaltan no hacen sino confirmar que a partir de cierta edad - no diré cual porque cada uno tiene su patrón de medida - hacen que los años parece que se sucedan de dos en dos. Lo digo porque justamente ahora hace 10 años (que se me han pasado en un soplo) desde que comencé a emborronar (como se decía antes) las páginas de este blog y hete aquí que sin darme cuenta resulta que el chivato del sistema me indica que llevo ya publicados 1.000 artículos, que se dice pronto.
La verdad es que esto de escribir y publicar lo escrito es realmente gratificante, aunque su difusión se reduzca a un grupo de amigos - y amigas -, primero de todo porque obligarse a ese ejercicio te obliga a informarte aquí y allá y eso de por si es un acto que sirve para estar al día de lo que ocurre por el mundo, a mirar lo que te rodea, a evocar recuerdos y segundo porque y esto me parece más importante, esa labor de informarte, confirmar lo leído y cuidar lo que escribes, porque una cosa es hablar y otra muy diferente escribir, sirve para retrasar el inevitable cáncer de la lucidez.
Tampoco hay que perder de vista que en algunas ocasiones, que no en todas, logras divertir a tus seguidores, lo que no es ni moco de pavo ni cornada de marqués.
Os animo pues, amigos lectores, a que hagáis vuestros pinitos cosa que a buen seguro os sentará bien.
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