miércoles, 20 de marzo de 2024

LA CUNA DE LA CIENCIA (2)

Como uno es de Ciencias y no de Letras de la misma forma que la cabra tira al monte a mi me tiran las ciencias, de ahí que me apresure a dedicar este espacio al insigne Eratóstenes nacido en Cirene (Libia) entonces colonia griega.

Su vida fecunda transcurrió entre los años 276 y 194 aC. Fue hombre de amplios registros en lo que a sabiduria de refiere ya que eran notables sus conocimientos en matemáticas, astronomía y filosofía, siendo además geógrafo. 

Además de atesorar unos conocimientos enciclopédicos en las disciplinas citadas resulta – como en el resto de esa lista de notables griegos que cité en la entrega (1)- resulta decía, que a sus dotes de inteligencia se sumaba una capacidad de trabajo brutal como rebela el amplio abanico de trabajos efectuados a lo largo de su vida, todos ellos, por si fuera poco, de una creatividad enorme cuales son :

- Determinó que la Tierra era esférica y calculó el diámetro de la misma. (Más adelante diremos como).

- Cartografió toda la Tierra entonces conocida.

- Calculó con notable precisión la inclinación del eje de la Tierra sobre la elíptica.

-Creo una tabla que lleva su nombre para determinar los números primos.

Estos son los principales trabajos que efectuó porque también escribió poesía y obras de teatro. 

Pero a buen seguro que Eratóstenes antes de iniciar su famoso experimento tuvo que tener señales para él evidentes de que su hipótesis de que la Tierra era una esfera y no plana, como por entonces se creía, tenía muchas posibilidades de ser cierta, supongo que entre ellas el que lo primero que desaparecía en el horizonte en un velero era el casco y después las velas. Que cuando amanece la primera luz solar es sobre las cumbres de las montañas y el ocaso los últimos rayos solares dan también sobre las cimas, cuestiones que no sucederían si la Tierra fuera plana como entonces se creía (aunque ahora algunos también).

Veamos el ingenio que desarrolló este hombre con herramientas tan elementales como un palo y un medidor de ángulos para calcular el diámetro de la Tierra.

 

Las poblaciones de Alejandría y Siena (hoy Asuan) en Egipto, entendía Eratóstenes que estaban situadas en el mismo meridiano. (Después con mejores instrumentos de medición se determinó que estaban separadas 3º, pero esa diferencia no alteró de manera sensible el resultado del experimento). 

Bien. Cuando el Sol estaba sobre la vertical de Siena un palo clavado verticalmente sobre la tierra en el solsticio de verano no producía ninguna sombra ya que la latitud de Siena coincide con la declinación del Sol en esa fecha. Sin embargo en Alejandria, más al norte que Siena, un palo clavado de la misma forma que en esta última proyectaba una sombra, tal como muestra la figura de más arriba, que Eratśtenes evaluó en 7,5º.

Ese ángulo A a poco que recuerden la geometría de su adolescencia, es igual al ángulo B y entonces nuestro protagonista que conocía la distancia que separaba ambas localidades estableció la genial conclusión siguiente: la longitud del meridiano que pasa por ambas localidades = Distancia entre ambas x 360º /7,5º. 

Y el resultado obtenido fue de una precisión asombrosa dado lo rupestre de lo elementos empleados en las mediciones ya que posteriormente se demostró que el error fue del 3% aprox. Y como ya se conocía por aquel entonces el valor de pi determinar el diámetro de la Tierra fue tan sencillo como mear en pared.

Espero haber hecho justicia en mi relato a este genial griego al igual que a otros colegas de su nacionalidad tanto les debe la humanidad.

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