viernes, 15 de marzo de 2024

LA CUNA DE LA CIENCIA (1).

Se puede hablar - y de hecho se hace - de esto, de aquello y de lo de más allá, pero cara a la memoria de la historia casi todo ello durará lo que un canuto puesto en una bandeja a la entrada de una discoteca. 

El 14 de marzo (según me lo ha recordado mi hija favorita, Mary) se conmemora el "Día pi", ese número mágico que determina la relación constante entre el desarrollo de una circunferencia y su diámetro y que vale en sus primeras 5 cifras, como casi todo el mundo sabe (menos los negacionistas, supongo), 3,1416. 

Ese valor o mejor dicho, un valor tremendamente aproximado al mismo, lo determinó el griego nacido en Sicilia,- que en aquel entonces pertenecía a los griegos - Arquímedes (287-212 aC), ya saben aquel que según cuenta la historia salió de la bañera, alborozado corriendo a la calle y en bolas, a la voz de ¡ eureka !- porque había descubierto uno de los principios de la física mas importantes, eterno más bien, aquel que comienza con aquello de que "un cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje....etc.etc ". Realizó la primera explicación rigurosa sobre las características de la palanca y su frase acerca de la misma aún se cita. El "dadme un punto de apoyo y moveré el mundo" ha quedado ahí para los restos. 

No hay que olvidar tampoco entre sus aportaciones el famoso tornillo de su invención que hoy, 2.200 años después de su muerte se sigue empleando.

Pero además del genial Arquímedes hubo entre los años 600 aC y 400 dC, es decir a lo largo de 1.000 años, una serie importante de genios que, Hipatia, asesinada en el año 415 dC, griega como él aunque nacida en Egipto, cerró, una serie de personajes a los que se puede considerar como los mimbres, como la cuna de la ciencia occidental. 

Y una buena parte de ellos desarrolló su actividad científica en JONIA, (ver mapa adjunto) zona que hoy pertenece a Turquía y en aquel entonces a Grecia. 

Cabe citar entre ellos a sabios como Tales, Pitágoras, Hipócrates, Demócrito, Platón, Aristóteles, Euclides, Aristarco, Eratóstenes, Hiparco, Tolomeo y la ya citada Hipatia.

El factor común a todos ellos eran sus enciclopédicos conocimientos, hoy absolutamente impensables por aquello de la especialización del saber. Pongo por ejemplo al primero de la lista citada, a Tales de Mileto, que era un fuera de serie en disciplinas tan dispares como la filosofía, matemáticas, geometría, física y hasta legislador por si fuera poco todo lo dicho. 

Fueron 1.000 años de creatividad científica y humanista que sentaron las bases de la ciencia occidental y digo occidental porque de los chinos, que tampoco fueron mancos, nos han llegado pocas cosas de ellos como no sea que inventaron la pólvora. Pero lo que son las cosas. A esos 1.000 años de creatividad le sucedieron otros 1.000 de barbarie, los que se ha venido en llamar los años de la oscuridad, que conoció su fin con el Renacimiento tras la caída del Imperio Romano (476 dC) sin que por otra parte, tras el inicio del Renacimiento la cosa se pusiera como para echar cohetes.

Sirva lo dicho hasta este punto para entrar en materia acerca de las principales aportaciones de los personajes descritos, cosa que haré en próximas apariciones en este blog. Hasta entonces, gero arte, Bonaparte, con el deseo de que sean moderadamente felices hasta el 9 de abril fecha en la presumiblemente alcanzaremos la gloria. Amén.



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