Decía el gran Saramago que "cuando más viejo, más libre y cuando más libre más radical" y lo saco a colación para tranquilizar a las personas de cierta edad que quizás se sientan un tanto culpables por entender que ante los acontecimientos que nos están tocando vivir se están radicalizando en sus opiniones. Pues si es así, nada por lo que preocuparse, porque si el sentido común no bastara para tranquilizarse, ahí esta Saramago para despejar las dudas que pudieran surgir al respecto. Y ya puestos a sacar a pasear a ilustres personajes, hagámoslo de la mano del alemán, filósofo y activista socialista, Karl Marx, que marcó toda una época en la historia de la defensa del mundo obrero. Este hombre que dejó tras de si una importante obra filosófica, decía- entre otras muchas cosas - "¿Aún crees o ya piensas"?.
En estos tiempos de zozobra en los que los nacionalismos de todo tipo se están exacerbando, ese pensamiento de Marx adquiere una notable vigencia ya que se está poniendo de manifiesto, por si no estuviera ya suficientemente claro, que esa forma primitiva de conducirse se está adueñando del mundo que nos rodea, quizá porque el sentir, el creer, sean una posición más cómoda, más primitiva, más natural, más en linea con la condición humana, que la de pensar, ya que las personas, como la naturaleza de la que formamos parte, son avaras con sus energías.
Pero sueltas ya las cadenas voy más lejos. Existen muchos avispados dirigentes que aún no estando en sintonía con esa forma de sentir, se disfrazan de lagarteranas construyéndose un modo de vida placentero, haciendo suyo ese sentimiento y conducen como pastores a un rebaño dócil y entusiasta que adoran las banderas, la pureza de sangre, sus signos diferenciales, la patria y que hacen del sentir el norte de sus vidas.
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