En toda la boca, hasta el punto de que le habrán dejado sin dientes...aunque la lengua no creo que haya sido afectada. Al tiempo.
Me refiero ante el NO, rotundo una vez más, del principal partido de la oposición por boca de su presidente (al final va a resultar que es cierto lo que en principio parecía una exageración y es que cuando este hombre habla, el pan sube de precio) y portavoces acerca de la resolución, primero del Gobierno de España y luego de las autoridades europeas, sobre su intención de gravar mediante impuestos especiales a las industrias eléctricas y energéticas dado los brutales incrementos de beneficios que están obteniendo como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, beneficios obtenidos de los incrementos de los precios de venta de la energía que obviamente los pagan los consumidores de la misma.
Tal ha sido el planchazo y la inoportunidad del mismo que ha puesto bien a las claras cuales son las preferencias de ese partido, que hasta han tenido que, tragando sapos, manifestar cínicamente que "dada la resolución de Europa (de la que antes ha tomado España, mutis por el foro) "tendremos que cambiar de discurso". Cambiar de discurso, que no de ideas, porque estas aunque no las manifiesten están más claras que el agua clara. El poder está donde está el dinero y entonces el PP y adláteres siempre estará a favor del viento, es decir, del poder económico. Los intereses de la ciudadanía se las trae al pairo. Les sirve únicamente como granja de votos.
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