LAS ENERGÍAS RENOVABLES

Los países más poderosos del mundo acaban de comprometerse en la cumbre del G7 a que la economía global deje de depender de los combustibles fósiles para siempre, pero nuestros dirigentes, en perfecta discordancia con esta política de futuro, una vez más, como si estas cosas les fueran ajenas, en lugar de anticiparse al mismo, no se les ocurre otra cosa que poner palos en las ruedas del desarrollo de las energías limpias. Y es que somos tan torpes, tan ciegos, tan entregados a intereses espurios a corto plazo, que como siempre que se trata  de ponerse al día de avances tecnológicos, quemamos el futuro dándole la espalda con una alegría y una  irresponsabilidad enmarcables.
Esta vez de la mano de ese ministro nefasto que es Soria, pero el próximo que pronto le sustituirá, caerá en el mismo error, y es que somos así y lo que no puede ser, que decía El Guerra, no puede ser y además es imposible. De todas formas este tipo de personajes, dicho sea en su favor, tienen el enorme mérito de vencer a la ley de la gravedad, toda vez que no se les cae la cara de vergüenza al suelo ni de coña.