viernes, 19 de junio de 2015


RENOVABLES


Deberíamos tener los españoles las carnes abiertas por lo que está sucediendo con eso que llaman política energética que es cualquier cosa menos eso, ya que somos el único país de la Unión Europea que no tiene una política de eficiencia energética y ahorro. Contamos con unos recursos naturales privilegiados en forma de sol, viento y agua, pero como consecuencia  de bastardos intereses por un lado y la ignorancia supina de los mandatarios del Ministerio de Industria y Energía, se aprobó una moratoria que cerró la puerta a nuevos proyectos fotovoltaicos. La postura del ministro de Industria, Soria, quedó patente en enero, cuando abandonó su puesto en la Agencia Internacional de las Energías Renovables y luego votó en contra de la Directiva Europea de Eficiencia Energética (2012/27/UE) en octubre. Así pues, España nada a contracorriente en materia energética en un momento en el que todos los países se rinden a la evidencia de que el planeta se acerca al colapso medioambiental.

Y eso pese a que España importa el 80% de la energía que consume con los riesgos que ello genera. De hecho la Agencia Internacional de Energía pronostica que en los próximos años, la entrada en los mercados energéticos de los gigantes asiáticos (China e India) absorberá el 90% de la producción mundial. De ahí que EEUU haya reducido su dependencia energética hasta un 30% en los últimos 30 años y esa política nos lleva a que seamos el único país que se gasta el 5% del PIB en las importaciones de gas y petróleo, porcentaje que llevado a términos absolutos supone un gasto del orden de 50.000 millones de euros anuales. No contento con eso, el titular del departamento, que por cierto no es capaz de distinguir entre las unidades de potencia y energía eléctrica, cosa por otra parte quizá no debería sorprender toda vez que proviene de una región donde las fábricas son los hoteles, está pergeñando un borrador en el que mantiene las desproporcionadas multas que fija la Ley del Sector Eléctrico, de hasta 60 millones de euros, por no tener legalizada una instalación de autoconsumo: el doble que por ocultar un escape nuclear y 260 veces más alta que el castigo a la negligencia en un accidente de aviación con víctimas. El desmadre de ese ministerio llega a esos extremos. Al que fue Ministro con Zapatero, Miguel San Sebastián se le fue la mano en cuanto a las bonificaciones que concedió a las renovables, pero al actual se le ha ido también la mano...pero en sentido contrario, haciendo buena esa definición de España que dice que el país es como un plaza de toros. A la derecha sombra. A la izquierda sol. Y en el centro nada. Somos en definitiva un país de blancos y negros, pero de ninguna manera de grises.  

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