NOMBRAMIENTOS ANTI NATURA

Los procedimientos que rigen la selección de personal en la Administración no son de recibo y buena prueba de ello es el nombramiento del que fuera Diputado General de Bizkaia para el puesto de Presidente del Tribunal de Cuentas del País Vasco. En una empresa de iniciativa privada, conocidas las funciones que se desea realice un ejecutivo, se busca a la persona capaz de desarrollarlas en plenitud. Aquí para nombrar al Presidente del Tribunal citado se parte de una posición diametralmente opuesta. Primero nombramos para el puesto a una persona en virtud de sus méritos políticos, para después caer en la cuenta de que habiendo desarrollado el cargo de Diputado General no puede desarrollar las funciones del puesto mas que de manera parcial. Efectivamente, como primer resultado de este nombramiento se está produciendo un ruido rechinante que solo puede provenir de los goznes mal engrasados de una puerta giratoria de un tamaño poco común, para acto seguido descubrir que por aquello de las incompatibilidades vamos a tener un Presidente incompleto, ya que de momento tendrá que inhibirse de la tercera parte de los casos pendientes de decisión del Tribunal que nos ocupa. En una palabra, por una gloriosa decisión eminentemente política estaremos poniendo al frente de una entidad a una persona que solo podrá ejercer las funciones del puesto de manera parcial. Esta forma de proceder, bajo el punto de vista de una gestión empresarial correcta, equivaldría a la acción de aquel sujeto que asaba la manteca en la mano.